Flores para la señora Harris de Paul Gallico

Flores para la señora Harris

Paul Gallico

Trad: Ismael Attrache

Alba Editorial, 2015

Flores para la señora Harris es uno de esos libros que lees sin apenas darte cuenta. Con un personaje principal, Ada Harris,  con el que es imposible no encariñarse. Que nos conquista por completo, al igual que conquista a cada personaje que aparece en la novela.

Viuda, tuvo que ponerse a trabajar limpiando en las casas de los mejores barrios de la ciudad de Londres, para poder llegar bien a final de mes. Pero ella disfruta con su trabajo, así como disfruta de los pequeños placeres de la vida. Y disfruta, sobre todo, de la belleza. Por eso es una enamorada de las flores. Y por esa misma razón, un día, cuando ve en una de las casas en la que trabaja, dos vestidos de Dior, se enamora de ellos. Y decide que ella también tiene que tener un vestido de Dior, para poder verlo cada vez que quiera. Aunque no se lo ponga nunca, pero ella necesita ser dueña de esa belleza. Y desde ese día se propondrá ahorrar hasta la más mínima moneda para cumplir su sueño: viajar a París y comprarse un Dior.

Y sí, viajará a París. Porque si algo se sobra a la señora Harris es tenacidad, fuerza de voluntad, espíritu de sacrificio... Y será su estancia en París mi parte favorita de la novela. Porque aún tendrá que superar pequeñas trabas para conseguir su vestido, lo que hará que esté en la ciudad de la luz más tiempo del que esperaba. Pero sabrá aprovechar cada momento. Y ayudará, sin querer, y también queriendo, a toda la gente que irá conociendo. Porque ella les enseñará que con tesón, todo se logra;que nunca hay que rendirse;que a veces es bueno mirar los problemas desde fuera para darnos cuenta de que no son tan grandes como creemos; que con una sonrisa, los problemas siempre se llevan mejor; que es mejor intentarlo, que dejarlo pasar... Que hay que apreciar la belleza que está delante de nuestros ojos cada día,  y no dejarla pasar sin apenas darnos cuenta. 

En definitiva, una lectura deliciosa, que se lee en un santiamén, por su prosa sencilla y por la sonrisa que te arranca en muchos momentos. Y por un personaje inolvidable, como es Ada Harris. Muy recomendable.