La ciudad de la lluvia de Alfonso del Río

La ciudad de la lluvia
Alfonso del Río,
Destino, 2018

En el Bilbao de principios de los años ochenta, tres misteriosas muertes unirán los destinos de varios personajes sin conexión aparente. Alain Lara, un joven y prometedor jugador del Athletic, descubre una vieja fotografía de los años cuarenta que su abuelo Rodrigo había mantenido siempre oculta. De todos los personajes que aparecen en ella Alain reconoce a su abuelo, junto a un también joven Ignacio Aberasturi, el gran empresario bilbaíno y actual candidato a la presidencia del Banco del Norte. La repentina y extraña coincidente desaparición de ambos, junto con otros sucesos, lo llevará a una investigación que se remontará a un pasado oculto.
En un intento por entender lo que sucede, Alain contactará con María, la hija y heredera del imperio Aberasturi, y junto a ella tejerán los hilos del pasado que unieron a sus familias en los años del Berlín nazi, en busca de respuestas. Pero lo que obtendrán serán más preguntas, más dudas, más sospechas.
¿Qué pudo unir hace más de cuarenta años a estos dos hombres cuyas vidas nunca más volvieron a cruzarse? ¿Quiénes son los demás personajes que aparecen retratados junto a ellos? ¿Quién y por qué anda detrás de ellos?
La ciudad de la lluvia es un thriller que reúne lo mejor y lo peor que anida en el ser humano. Es una historia sobre el poder magnético de la ambición, el amor y la complicidad entre las personas, y que nos muestra que la cara oculta que todos tenemos no puede permanecer indefinidamente en la sombra.

Berlín, año 1941 y Bilbao, 1983. De un lugar a otro, de un año a otro, así iremos continuamente en esta novela. En Berlín conoceremos a El Extranjero, un hombre sin escrúpulos, al que no le tiembla mano a la hora de hacer negocios con los nazis, para conseguir su propósito, convirtiéndose en la pesadilla de estos a su vez. Sin importarle los muertos que deja a su paso. Sin importarle las vidas inocentes truncadas que va dejando atrás... 

En Bilbao, nos encontramos con Alain Lara, un joven futbolista que acaba de perder a su abuelo. Pero la aparición de una vieja fotografía en la que aparece su abuelo, joven, junto al por entonces joven y prometedor empresario Ignacio Aberasturi, también recientemente fallecido, le hace pensar que sus muertes, quizás no sean casuales. Que algo hay detrás de ellas. Así que decide investigar, junto a María, la hija del empresario vasco.

También en Bilbao nos tropezamos con otro hilo argumental, que terminará confluyendo con el de Alain y María. Está protagonizado única y exclusivamente por David, un prestigioso abogado. Un personaje antipático, pero con un carisma arrollador. Sí, nos cae mal. O al menos a mí me ha caído mal, desde el principio. Pero me ha resultado imposible no querer saber más de su historia. Porque por algún motivo nos la está contando. 

Y es que, en esta novela, aunque todos los personajes están perfectamente perfilados, hasta el que menos protagonismo tiene, hay dos que sobresalen: David y El extranjero. Dos personajes duros, egoístas, crueles. Pero dos personajes que van a conseguir acaparar toda nuestra atención.

Bilbao también sobresale en esta novela. El autor acierta a la hora de escoger lugar y momento. Bilbao, con sus constantes lluvias, que llevaron en aquel año a esas terroríficas inundaciones... En aquel año en que el Bilbao logró ser campeón de liga... Porque el futbol también tiene su protagonismo en la historia. No gira en torno a él, pero si tiene su peso y nos ayuda a meternos aún más en el ambiente y a comprender mejor la situación que en esos años se vivía.

En La ciudad de la lluvia, Alfonso del Río ha sabido tomar elementos de la novela negra y de la novela histórica y combinarlos a la perfección, de forma sencilla, sin adornos excesivos. E imprime a la novela de un ritmo que hace que empieces la novela y te cueste trabajo soltarla. Porque no quieres. Porque estás pegada a sus páginas y quieres saber más y más. De esas novelas que siempre te estás diciendo "una página más"... Y cuando llegas al final no puedes hacer otra cosa sino aplaudir, porque es un final absolutamente redondo, en el que todas las piezas encajan, sin fisura alguna. 

En definitiva, una muy buena novela negra, que demuestra, una vez más, que este género está viviendo una muy buena época en nuestro país. No hay que salir de nuestras fronteras para encontrarnos con historias, cada vez mejores. Y una novela que me ha descubierto a un autor, Alfonso del Río, con el que, sin duda, repetiré.