Fernando Sobenes: El visitante maligno.

Sinopsis:

La historia  se inicia al Norte de Kuwait en 1991 durante la Guerra del Golfo Pérsico; Peter Donovan Teniente del Ejército de los Estados Unidos al mando de un grupo de soldados cae en una emboscada en el desierto de Irak y como consecuencia sucede una masacre. En ese lugar halla un amuleto que guarda en su bolsillo sin saber que encierra un poder oculto y a causa de ello; tiene su primer encuentro aterrador en un sepulcro bajo las arenas del desierto con un ser maligno que lo llevará al umbral de la muerte.

Transcurren varios años luego de estos acontecimientos y Peter, después de abandonar el Ejército, se traslada a un lugar en los Estados Unidos  donde se establece y forma una familia. Peter se desempeña como Sheriff del pueblo y se reúne con algunos de sus vecinos los fines de semana para compartir en familia. Sus vidas transcurren con tranquilidad y felicidad hasta el día en que se les ocurre jugar con la Tabla Ouija  y utilizan el amuleto traído desde el desierto, abriendo sin querer, una entrada para que la maldad llegue a sus vidas; destruyéndolas, sembrando espanto y muerte. Fenómenos paranormales, posesiones espeluznantes y muertes trágicas crean un clima de suspenso y terror a esta obra. Toca el tema del exorcismo y la visión que tiene la Iglesia al respecto, así como la manipulación que se hace de estas situaciones. Problemas de índole mental que son utilizadas a conveniencia como métodos de propaganda y captación de fieles.

 Llevaba mucho tiempo sin probar el género de terror. Y es que tengo que reconocer que soy algo miedosilla. Pero hay veces que echo de menos sentir esa sensación. Así que aproveché que Fernando tuvo la amabilidad de mandarme su libro para disfrutar... Bueno, mejor dicho, para sentir miedo con este género nuevamente. 

Porque he disfrutado y sufrido con este libro. Desde que empieza, el autor no se anda por las ramas y nos mete en situación pronto. Si esta obra se caracteriza por algo es porque los momentos de tranquilidad brillan por su ausencia.

El terror de este libro es un terror sobrenatural: animales poseídos por fuerzas demoníacas, muertos que se levantan de sus tumbas (lo que menos me gustó, que ya muchos sabéis que no es mi tema preferido, pero como no lo sabía...), personas también poseídas... Y las muertes son realmente violentas, con escenas sumamente desagradables. E incluso hay escenas de sexo realmente violentas, difíciles incluso de leer. Y es que no se anda con rodeos. Con un lenguaje directo, sin concesiones y un diálogo fluido, la novela se hace, a pesar de todo, ligera de leer. Devoras página tras página sin apenas darte cuenta, queriendo saber qué va a pasar después... 

Sólo un pero puedo ponerle a esta novela: su forma de narrar. Hace uso del recurrido narrador omnisciente, totalmente ajeno a la historia. Todo lo sabe y todo nos lo cuenta desde una perspectiva externa, con cierta frialdad. Y te cuesta un poco implicarte en la historia, sentir alguna simpatía hacia los personajes, conectar con alguno de ellos... Aunque bien mirado, no sé si esto a mí me ha venido bien, porque si lo he pasado mal, y no he llegado a conectar... 

Aparte del terror, otros temas encontramos en la novela, pero el más presente es, sin duda, su constante crítica a la Iglesia Católica: por sus equivocaciones a lo largo de la historia, por la falta de fe de muchos de sus integrantes, por el engaño en que someten en muchas ocasiones a sus seguidores, por la información que ocultan...  

En líneas generales me ha gustado, aunque no puedo comparar con muchos de este género, porque no es precisamente el tipo de libros que más suelo leer. Pero el argumento, la historia, está bien hilada. Y como ya he dicho, cuando empiezas a leer, hay tanta acción, suceden tantas cosas, que la lectura se hace fácil, rápida... Pero advierto que hay escenas muy difíciles de digerir. A veces he tenido que leer a la ligera partes muy, pero que muy desagradables. Pero para quien le guste el género y no le importen estas escenas, puede ser un buen libro. Si queréis saber más, sólo hay que pasarse por la web del autor, El visitante maligno.