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lunes, 3 de febrero de 2014

Leemos el Quijote: Capítulo IV


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Con qué rapidez se leen estos primeros episodios de la novela! Éste lo empezamos con nuestro protagonista ya caballero. Se lanza feliz en busca de su primera aventura. Y sus delirios hacen que la encuentre pronto. Y de esta primera aventura cree salir victorioso. Aunque la realidad es otra...

 Y de esta manera deshizo el agravio el valeroso Don Quijote, el cual, contentísimo de lo sucedido, pareciéndole que había dado felicísimo y alto principio a sus caballerías, con gran satisfacción de sí mismo iba caminando hacia su aldea, diciendo a media voz: Bien te puedes llamar dichosas sobre cuantas hoy viven en la tierra, oh sobre las bellas, bella Dulcinea del Toboso, pues te cupo en suerte tener sujeto y rendido a toda tu voluntad y talante a un tan valiente y tan nombrado caballero, como lo es y será Don Quijote de la Mancha, el cual, como todo el mundo sabe, ayer recibió la orden de caballería, y hoy ha desfecho el mayor tuerto y agravio que formó la sinrazón y cometió la crueldad; hoy quitó el látigo de la mano a aquel despiadado enemigo que tan sin ocasión valpuleaba a aquel delicado infante.

 Pero no importa. Nos quedamos con la bondad que demuestra  en todos sus actos. Aunque se equivoque, aunque ofrezca una imagen ridícula, él solo persigue el bien, la justicia. Y por esta razón, don Quijote se va ganando nuestro cariño. Y por esta razón , nos da mucha tristeza cuando en su segunda hazaña termina injustamente  apaleado. Tendremos que esperar al siguiente capítulo para ver si es capaz de levantarse.
Dábanle voces sus amos que no le diese tanto, y que le dejase; pero estaba ya el mozo picado, y no quiso dejar el juego hasta envidar todo el resto de su cólera; y acudiendo por los demás trozos de la lanza, los acabó de deshacer sobre el miserable caído, que con toda aquella tempestad de palos que sobre él lovía, no cerraba laboca, amenazando al cielo y a la tierra y a los malandrines, que tal le parecían. Cansóse el mozo, y los mercaderes siguieron su camino, llevando que contar en todo él del pobre apaleado, el cual, después que se vió solo, tornó a probar si podía levantarse; pero, si no lo pudo hacer cuando sano y bueno, ¿cómo lo haría molido y casi deshecho? Y aún se tenía por dichoso, pareciéndole que aquella era propia desgracia de caballeros andantes, y toda la atribuía a la falta de su caballo; y no era posible levantarse, según tenía abrumado todo el cuerpo.

8 comentarios:

  1. A ver que nos depara el siguiente capítulo

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  2. Son cortitos y se lee bien, es ideal para ir leyendo como lo hacemos,una gran idea :)

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  3. Creo que hace falta un Don Quijote hoy en día. Nunca pasa de moda.
    Besitos.

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  4. Ya estáis en ese punto de que " el entrañable loco" está a puntito de volveros locos a vosotros jejeje Me encanta que esteis haciendo esta lectura.
    Besos
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  5. Pongo mi fe en que se levantará, bueno es don Quijote! :) leemos todos con entusiasmo vuestras entregas.
    Besos

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  6. Ya sabemos cómo se las gasta el de la Mancha.
    Que buena manera de divulgar esta obra.

    Un abrazo!!

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  7. Ya sabemos cómo se las gasta el de la Mancha.
    Que buena manera de divulgar esta obra.

    Un abrazo!!

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  8. este es el loco más cuerdo que conozco, saludos

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¡Muchísimas gracias por vuestros comentarios!