La Isla del Coco de Bianca Aparicio

La Isla del Coco
Bianca Aparicio
Círculo Rojo, 2016 

Amparado por las sombras de la noche, el mayor tesoro de la corona española abandona las costas del Perú escondido en las entrañas de un navío mercante bajo la amenaza de la pérdida del virreinato. Es, sin duda, una carga demasiado tentadora para el capitán William Thompson. Con las manos manchadas de sangre, huye hasta la isla del Coco para ocultar el gran Tesoro de Lima. Lo que debía haberle traído riqueza y fortuna, acaba resultando ser una maldición que le aleja de su hogar y le lleva a perder a sus seres queridos. Tras su muerte, tan solo su hija sabe de la extraña historia de una lejana isla deshabitada, en cuyas profundidades se oculta un inmenso tesoro. Acompañados de un diminuto plano dibujado por la temblorosa mano de su padre, Clara y su esposo August deciden iniciar un viaje cargado de esperanzas. No imaginan que, tras el brillo del oro español, no hay más que oscuridad.

La Isla del Coco tiene uno de los mejores prólogos que he leído últimamente. Un prólogo que me  recuerda a esas pelis clásicas de piratas que tanto me gustaba cuando era pequeña. Un prólogo que te invita a descubrir esa historia que viene detrás.

Empieza bien esta novela, conociendo a su primer protagonista, el capitán William Thompson. Un hombre con el que empatizamos pronto, porque se muestra como un hombre luchador, con honor, que se ha hecho a sí mismo y al que la vida no ha tratado muy bien. Pero pronto nuestra percepción de él va a cambiar. Por culpa de la codicia, manchará sus manos de sangre. Por culpa de la codicia, arruinará completamente su vida. Y a partir de ese momento, nos costará volver a conectar con él. Porque ese asesinato que ha cometido siempre lo tendremos ya en la mente. En este aspecto, me ha parecido que la autora se ha precipitado un poco. Porque ese cambio que se produce entre el William de las primeras páginas al William que comete los asesinatos me ha resultado un tanto brusco. Todo sucede demasiado rápido. 

Y ese tesoro que debería haberle dado felicidad, sólo le trae desgracia tras desgracia. Terminará sus días en Kona, Hawái, lugar donde conocerá a Orlando y y Guadalupe, una pareja que se convertirá en un punto de apoyo importante para él. Casi su familia. Una pareja que se ganará nuestro cariño con su particular historia. Dos personajes inolvidables. 

La novela tiene una segunda parte en la que la protagonista es Clara, la hija de William y su esposo August. Cuando conozcan la existencia del tesoro, éste se convertirá también en su obsesión. Todo lo dejarán por encontrarlo. Serán capaces de todos los sacrificios, de todas las locuras. Los mejores años de su vida lo dedicarán a esta loca empresa. Y cuando se den cuenta de que no merece la pena, ya es demasiado tarde. El mayor tesoro, que es la vida, ya lo han desperdiciado. Esta obsesión, que ya raya en la locura, es lo que me han hecho no lograr conectar con esta pareja. No comprendía como podía pasar los años y los años y no darse cuenta del error que estaban cometiendo, del tiempo que estaban perdiendo. 

La prosa de la autora vuelve a destacar en esta novela. Con sencillez y elegancia, Bianca Aparicio nos va relatando esta historia de crímenes, de traiciones, de segundas oportunidades, de obsesiones... Una historia que nos sorprende en su desenlace. Y más cuando la propia Bianca nos revele al final que todo ocurrió tal y como lo cuenta. Una lectura muy recomendable.