Mi Ántonia de Willa Cather

Mi Ántonia

Willa Cather

Traducción: Gema Moral Bartolomé

Alba, 2012

A los diez años Jim Burden pierde a sus padres y deja su Virginia natal para trasladarse a casa de sus abuelos en Nebraska. En el viaje conoce a Ántonia, cuatro años mayor que él, hija de una familia de emigrantes bohemios en busca de la tierra de las oportunidades. Nebraska podía representar aún, a fines del siglo XIX, ese sueño; pero los Burden llevan años asentados allí y, para ellos, que son de origen anglosajón y se consideran genuinamente «americanos», hay algo definitivamente espurio y «distinto» en las nuevas oleadas de inmigrantes escandinavos y centroeuropeos. El pequeño Jim descubre, pues, que, pese a ser vecinos, él pertenece a un mundo al que Ántonia no pertenece, y que el de ésta es infinitamente más precario y atribulado. Su amistad se impondrá, sin embargo, a los prejuicios de los hombres y a los golpes del destino; de la infancia a la madurez, será para ambos un referente necesario y un vínculo irrompible.

Mi Ántonia ha sido mi estreno con Willa Cather y creo que no va a ser la última novela suya que lea. He disfrutado mucho con esta lectura. Con el precioso homenaje que la autora realiza a esos inmigrantes que llegaron a Estados Unidos, sin absolutamente nada, y que consiguieron labrarse una vida en una tierra tan lejana, tan solo con su trabajo y su esfuerzo. Un bonito homenaje a esos pioneros, pero sobre todo, a las mujeres, que tuvieron que luchar aún más para conseguir salir de la pobreza de la que venían. Y aunque el personaje principal es Ántonia, a quien Jimmy admira más que nadie, también a través de sus ojos percibimos la admiración hacia otros personajes femeninos que aparecen en la novela, como Lena Lingad, Tiny Soderball… Personajes que lograron solo con su esfuerzo y tenacidad salir de la miseria y conseguir un futuro mejor.

Pero sin duda sobresale Ántonia, que desde su primera aparición, se revela como una muchacha decidida, con coraje, con ganas de aprender pronto ese nuevo idioma para labrarse pronto un futuro en ese país que los ha acogido.Una muchacha que no lo va a tener nada fácil, que tendrá muchos obstáculos en su camino. Pero que nunca perderá la esperanza y que siempre estará dispuesta a aprender y hacer todo lo que esté en su mano para salir de esa pobreza en la que vive.

Y me ha gustado mucho la forma de escribir de la autora. Con un estilo sencillo, cercano, intimista, logra transmitir todas las emociones de los personajes, todas sus dudas, todos sus sacrificios. Son personajes a los que vemos crecer a lo largo de la novela y que, poco a poco, se van ganando nuestro cariño. Es una historia de discurrir lento, en la que parece que no pasa nada, pero poco a poco, toda una vida se va desplegando ante nosotros. Y la autora consigue a la perfección plasmar cómo era la vida en aquellos años. Una vida que tenía de todo menos facilidades.

En definitiva, una muy buena novela, que sin dudo recomiendo y que me ha dejado con ganas de repetir con la autora.