Los perezosos de Charles Dickens y Wilkie Collins

Escrita por los novelistas ingleses más populares de su tiempo, Charles Dickens y Wilkie Collins, Los perezosos narra el vagabundeo de dos personajes indolentes dispuestos a pasar las noches de la manera "más tremenda", es decir, durmiendo con un muerto, o con los locos del manicomio, o en la posada fantasmagórica de la "La cámara nupcial". Este capítulo en concreto constituye, según todos los expertos, un truculento reflejo de la turbación de Dickens por la doble vida que se veía obligado a llevar entre su esposa y su amante, la joven actriz Ellen Ternan. Pero más allá de las curiosidades biográficas, Los perezosos permanece como un singular ejemplo de la feliz unión creativa de estos dos grandes talentos dela literatura del siglo XIX.

Desconocía totalmente esta colaboración entre Dickens y Collins. Así que, cuando el otro día, cotilleando en la biblioteca, descubrí este libro, me salté mi autocastigo (¡mal hecho, lo sé!) y tuve que llevármelo a mi casa.

Pero no ha sido lo que esperaba. La recomendaría como curiosidad, y porque es una novela cortita. Pero es muy irregular. Me costó mucho arrancar con esta novela, como si la pereza de los dos protagonistas fuera contagiosa y me quitara las ganas de incluso leer. 

Las primeras páginas pasan sin pena ni gloria, hasta que llegamos al relato que el señor Goodchild escucha en casa del doctor Speddie. Un relato en el que sí se aprecia el talento de estos dos grandes escritores y que nos reconcilia con el libro. Porque...¿alguien podría dormir al lado de un muerto?

Tras esta historia, el libro vuelve a decaer. Este tour de este par de perezosos vuelve a carecer de interés hasta que pasan la noche en la posada fantasmagórica de "La Cámara Nupcial". Y es que las historias de fantasmas siempre tienen su encanto.

Tras este capítulo, poco más nos vuelve a llamar la atención, salvo algunas escenas que nos arrancan la sonrisa. Y es que los argumentos que estos protagonistas usan para justificar su pereza no tienen desperdicio. Ya si una se para a pensar en los nombres de los protagonistas, no puede evitar sonreír:  Mr. Thomas Idle (Tomás Vago) y Mr. Francis Goodchild (Francisco Buenchico)

En resumen, un libro que, más que por su calidad, si lo recomiendo es por la curiosidad de ver el trabajo realizado por estos dos grandes escritores del siglo XIX.

Nota: Y este libro lo apunto en el reto de Dickens organizado por Little Emily.