La más bella amante de Francisco Manuel Granado Castro

Tres mujeres, un juego de seducciones que cambiaría su destino.Unas cartas que nunca debieron caer en sus manos.Un robo del que todos hablarían y que iba a trastocar su vida para siempre.Una leyenda a la que no esperaba enfrentarse.El deseo contra el amor, una verdad que aguardaba al otro lado...Unos protagonistas sacudidos por la lujuria, la codicia, lo imposible..

Una novela que lleva mucho tiempo esperando en mi lector y a la que por fin he podido hacerle hueco.  Y me ha sorprendido mucho. No tenía una idea muy definida de lo que iba a encontrarme y me he encontrado con una historia que, a medida que avanzaba, me iba atrapando más. 

Y no es que esta novela tenga un mal principio, que no lo tiene. Es que parece, al comienzo, que nos va a ofrecer otro tipo de historia, una historia donde la infidelidad y los remordimientos van a ser absolutos protagonistas, para dar un giro completo a raíz del robo. Y nos ofrece el autor a partir de ese momento una historia donde la tensión se palpa en cada escena, una historia en la que el protagonista se ve inmerso en una investigación por salvar su pellejo y llegará a descubrir cosas sorprendentes. Y conocerá a quien menos se esperaba. Con un ritmo trepidante y con una prosa sencilla y ágil, logra el autor captar toda nuestra atención y hacer que leamos esta novela muy rápidamente.

A pesar de ser Juanito Gálata el protagonista principal, quienes realmente dan la acción a la trama son las mujeres. En primer lugar, Clara, una mujer que no duda en hacer lo que sea para salir de la miseria, de la pobreza... Aunque al final también descubriremos que muchos de sus actos son motivados por el amor. Ella es una mujer que engaña, pero que es engañada a su vez. Descubrimos cómo es la mujer manipuladora, seductora, fuerte... Pero también descubrimos a la mujer engañada, frágil, débil, sin esos encantos que tanto gustan a los hombres..

Virginia es otra de las mujeres con un papel clave en esta historia. Hija del jefe de Juanito, ella es totalmente distinta a Clara. Nunca ha padecido necesidades. Al contrario, ella ha crecido en el lujo, en el confort. En su caso, el robo no es fruto de la codicia o la necesidad. Es quizás la necesidad de vengarse de su padre lo que la motiva. Por sus ofensas, por sus engaños, por sus ausencias...

Realmente, a la hora de analizar los personajes de esta historia, todos son culpables. Todos cometen sus actos de forma voluntaria. No hay ni obligaciones ni presiones en ninguno de ellos. Nos parece hasta justo todo lo que tienen que padecer cada uno de ellos. Pero no podemos evitar sentir lástima por todos ellos, en especial por Clara, que nos parece al final el personaje más frágil de todos.

Quizás el personaje que más he echado de menos es a Teresa, la esposa de Juan. Demasiado ausente a lo largo de la novela para la importancia que tiene, cuando ella es una de las más perjudicadas, cuando  ella es la mayor víctima en toda esta historia.

Una novela que he disfrutado más de lo que esperaba, que va de menos a más y que desde luego me deja con ganas de probar de nuevo con su autor.