domingo, 21 de diciembre de 2025

Reseñas: Jane Eyre de Charlote Brontë y Ancho mar de los Sargazos de Jean Rhys

Jane Eyre
Charlote Brontë
Trad: Elizabeth Power
Alianza Editorial (Centenario Emily Brontë), 2017
Dueña de un singular temperamento desde su complicada infancia de huérfana, primero a cargo de una tía poco cariñosa y después en la escuela Lowood, Jane Eyre logra el puesto de institutriz en Thornfield Hall para educar a la hija de su atrabiliario y peculiar dueño, el señor Rochester. Poco a poco, el amor irá tejiendo su red entre ellos, pero la casa y la vida de Rochester guardan un estremecedor y terrible misterio.

Pues cuarta vez que leo Jane Eyre. En esta ocasión porque fue la lectura elegida en el mes de octubre para el club de lectura. Y no me ha pesado nada volverla a leer. Creo que con cada lectura la disfruto más y apreció aún más la calidad de esta obra. Y al compartir impresiones, incluso descubro nuevos detalles que me sorprenden. 

Para mí no es la historia de amor lo más destacable de esta novela. Son sus personajes, tan imperfectos, tan testarudos, que no nos cuesta nada creerlos, quererlos, incluso odiarlos en algunos momentos. A través de Jane Eyre, la autora nos muestra cómo era la vida de la mujer victoriana. Aunque este personaje se revela, desde el principio, como una mujer independiente, autosuficiente, totalmente adelantada a su época. Una mujer con carácter que demuestra, a lo largo de la novela, que puede sobrevivir bastante bien sola. Una mujer fuerte, con un alto sentido de la justicia, creyente...

Por otro lado tenemos a Rochester. Un personaje que ni es guapo, ni hace gala de un comportamiento galante para conquistar a Jane. Los diálogos entre ellos son brillantes y es la mejor parte de la novela. A ambos le atrae del otro esa capacidad para poder conversar, para compartir pensamientos, sentimientos, opiniones, aunque sean diferentes. Ambos buscan a alguien con quien compartir su vida, sin sacrificar la independencia. 

En definitiva, un clásico que no hay que dejar pasar y que se disfruta plenamente cada vez que lo lees. 

Ancho mar de los Sargazos
Jean Rhys
Trad: Andrés Bosh
Anagrama, 2006

Tras largos años de silencio y olvido después de haber publicado, en el período que va de 1927 a 1939, cinco libros escritos «con una sensibilidad demasiado adelantada a su época», Jean Rhys reapareció en 1966 en la escena literaria inglesa con "Ancho mar de los Sargazos", que muchos críticos consideran su obra maestra. Espléndido ejercicio de «literatura en la literatura» pero también mucho más que eso, una novela de vastas resonancias, cuenta la historia de Antoinette Cosway, la primera señora de Rochester (el enigmático personaje de la novela Jane Eyre de Charlotte Brontë), la esposa loca que vivió encerrada en la buhardilla de Thornfield Hall y se suicidó en el incendio que ella misma provocara. Pero Antoinette Cosway no es de ninguna manera una mera continuación del personaje esbozado por Charlotte Brontë, ni Ancho mar de los Sargazos un pastiche ingenioso de Jane Eyre, sino que la decadente heredera antillana se convierte, gracias a la impecable escritura y la imaginación de Jean Rhys, en uno de los personajes femeninos más desgarrados y fascinantes de la literatura del siglo xx.
Tras releer Jane Eyre, me apeteció también releer esta novela que, aunque se publicó después, funciona como precuela de la ya citada. . Pero esta vez del tirón, sin dejar pasar tiempo entre una lectura y otra. Y la he vuelto a disfrutar mucho. 

En Ancho Mar de los Sargazos conoceremos a Bertha Antoinette Mason, la primera esposa del sr. Rochester, la mujer que vivía encerrada y oculta a los ojos de todos en Thornfield Hall. Y sabremos, por fin, los verdaderos motivos de ese encierro.

Dividida en tres partes, la primera está contada por la propia Antoinette.  Así, nos cuenta cómo fue su infancia. Y como creció y cómo conoció al sr. Rochester. Una infancia que no fue fácil. Antoinette es una niña criolla descendiente de ingleses. En tiempos en los que la esclavitud por fin llegaba a su fin, Antoinette no sabía a qué mundo pertenecía. No era aceptada por los negros. Tampoco era blanca. Y que su madre se casara para salir de la pobreza con un inglés, tampoco ayudó mucho a que ambos mundos la aceptaran. Más bien al contrario. Y no verse aceptada condicionó mucho su personalidad. Una personalidad confusa, insegura, que se dejaba arrastrar por las circunstancias. No le ayuda tampoco que no pueda contar con su madre, Una madre que desde joven muestra indicios de locura, que no sabe valerse por sí misma y recurre al matrimonio para sobrevivir. Así, cuando aparece Rochester, le resulta fácil enamorarse de él, ver en él una tabla de salvación que la saque de ese mundo oscuro y feroz. Un mundo que la está llevando a ella también a la locura.

La segunda parte está narrada por Rochester. Y si en la primera parte no era mucha la simpatía que nos despertaba, porque no era precisamente muy cariñoso y amable con Antoinette, ahora empezaremos a conocer su versión. Y ya no es la misma historia que nos cuenta Antoinette. En ésta, él es la víctima, él será el engañado. Nos resulta fácil comprender por qué actúa como actúa. Y esto te lleva a pensar también en que no sabemos quién tiene verdaderamente la razón. Porque tenemos la visión de uno y otro, pero no la de un narrador omnisciente. Realmente aquí hay dos víctimas, Antoinette y Rochester. 

En la tercera parte, vuelve a tomar Antoinette la palabra. Ya en Inglaterra, encerrada en Thornfield Hall. Esta historia nos suena ya, pero ahora la conocemos desde su punto de vista. El final ya lo conocemos, y aún así esta parte es la que más nos atrapa.

En definitiva, Ancho Mar de los Sargazos es una novela brillante, una muy digna precuela de Jane Eyre. Y aunque la historia sea anterior, sí recomiendo empezar primero con Jane Eyre. Creo que en esta ocasión es mejor conocer primero el secreto que Rochester guarda con tanto empeño, y luego, conocer al personaje.


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