Parentesco
Octavia E. Butler
Traducido por María Barbado
Editorial Capitán Swing Libros, 2018
La obra más famosa de Butler, aclamada por la crítica, cuenta la historia de Dana, una joven negra que de repente e inexplicablemente es transportada desde su hogar en la California de los 70 hasta la Guerra Civil del Sur. Mientras viaja en el tiempo entre ambos mundos, uno en el que es una mujer libre y otro en el que forma parte de su propia y complicada historia familiar en una plantación del sur, se enreda aterradoramente en la vida de Rufus, un conflictivo esclavista que es a la vez un antepasado de Dana, y en las vidas de las muchas personas que están esclavizadas por él.
Parentesco supone mi estreno con Octavia E. Butler y no ha podido ser mejor. La protagonista principal es Dana, una mujer afroamericana, que, sin saber por qué, empezará a viajar al pasado, a principios del siglo XIX. Pronto empezará a darse cuenta de que cada vez que se produce uno de esos viajes tendrá que salvar a alguien que resulta ser un antepasado suyo, en distintos momentos de su vida. La primera vez será apenas un niño. En la última ocasión será ya un adulto. Sí, la situación es un tanto increíble. Pero la autora lo cuenta de una forma que todo parece tan real y la historia del siglo XIX es tan potente, que apenas nos importa la verosimilitud de estos viajes.
Dana no lo tendrá fácil durante esos viajes. Le tocará vivir en una plantación esclavista en Maryland. El color de su piel no le ayudará. Todos la tomarán por una esclava. Y vivirá en las duras condiciones que ellos vivían. Se dará cuenta pronto de que lo poco que sabía de esa época no es suficiente y tendrá que aprender rápido si quiere seguir con vida. Y si quiere asegurar su existencia en el futuro. Un futuro que irá ligado a Rufus, ese niño al que veremos crecer y que parece continuamente querer ponerse en peligro.
La gran virtud de esta novela es que nos muestra la realidad del esclavismo, con toda su dureza. La viviremos en primera persona a través de los ojos de Dana. A ella le tocará sufrir la crudeza de esta vida. Y vivirá circunstancias por las que no creía, en ningún momento de su vida, que iba a pasar ni que iba a tolerar. Aquí olvidaremos esa imagen idílica de la esclavitud que nos ofrecía Lo que el viento se llevó. Aquí tropezaremos con la trágica realidad de la vida de un esclavo.
Otro de los grandes aciertos de la novela es que la autora no juzga a nadie. Aquí no hay buenos ni malos. Hay personas que son como son porque vivieron en esos años, porque no conocen otra vida, porque creen estar en posesión de la razón y no son capaces de ver más allá.
En definitiva, una novela absolutamente redonda, de principio a fin. Con un buen ritmo, con una tensión que va creciendo a medida que avanzamos en la lectura, con una prosa sencilla y fluida que hace que leas página tras página sin apenas darte cuenta. Repetiré con la autora, sin duda.