La mujer sin nombre
Vanessa Montfort
Plaza&Janes, 2020
Cuando a la directora teatral Noelia Cid le encargan estrenar Sortilegio, la obra perdida del reputado dramaturgo Gregorio Martínez Sierra, decide informarse sobre ella a través de los documentos que conservó su mujer, María Lejárraga. Sin embargo, mediante su investigación Noelia no sólo se sumerge en la compleja relación amorosa entre María y Gregorio, sino que va a encontrarse con un misterio que lleva más de un siglo sin resolver.
Se verá entonces arrastrada por la vida llena de pasión, arte y feminismo de María, alguien que luchó contra viento y marea por ejercer su vocación y que vivió en primera línea los grandes hitos del siglo pasado: el Madrid literario de los años veinte, el París de la Belle Époque, la lucha política de las mujeres durante la Segunda República, el exilio tras la Guerra Civil, la ocupación de Francia por los nazis o el glamour? de la época dorada de Hollywood. Además descubriremos la versión más humana de las grandes personalidades que fueron sus amigos y colaboradores, como Juan Ramón Jiménez, Manuel de Falla o Federico García Lorca.
Acaba de empezar y puedo decir ya que La mujer sin nombre va a estar entre mis mejores lecturas del año. Una novela que he disfrutado desde la primera página hasta la última. Una novela que rinde un precioso homenaje a una figura, no muy conocida, de nuestras letras.
La novela se divide en dos partes. Una se desarrolla en 2018, protagonizada por Noelia Cid, quien buscando información sobre Sortilegio, junto al resto de integrantes de la compañía teatral, descubrirá que la obra no fue escrita sólo por Gregorio Martínez Sierra. Que le debe mucho a su mujer, María Lejárraga. Aunque el nombre de ella no aparece por ningún lado. La otra parte está protagonizada por la propia María Lejárraga, a quien acompañaremos a lo largo de toda su vida. Y a la que llegaremos a conocer a la perfección. Grande ha sido el trabajo de documentación de la autora y ha sabido insertarlo en la novela con una naturalidad que hace que no sea nada difícil de leer. Y logra que comprendamos y admiremos a esta increíble mujer, que no hizo otra cosa en su vida sino trabajar y trabajar. Escribir y escribir. Y sin ningún reconocimiento. Un reconocimiento que al principio no le molestaba no tener, pero que luego los años le enseñaron que le hacía falta si quería vivir de todo su trabajo.
Con María Lejárraga viajaremos a grandes momentos de nuestra historia: la II República, la Guerra Civil española, la II Guerra Mundial. Y disfrutaremos de la compañía de grandes personajes que marcaron profundamente su vida y con los que mantuvo una gran amistad: Juan Ramón Jiménez, Manuel de Falla, Joaquín Turina, Federico García Lorca, María Guerrero...
He disfrutado mucho del estilo de la autora, sencillo, fácil de leer, que hace que leas páginas tras páginas sin apenas darte cuenta. Y llegues a un final que me ha parecido absolutamente redondo para esta novela. Emotivo hasta dejarte con un pequeño nudo en la garganta. O será que me cogió sensible esos días. Pero sí, he disfrutado muchísimo con esta novela. Mi estreno con Vanessa Montfort no ha podido ser mejor.