"¿Y si con sólo mirarte pudiera desvelar tus secretos?
¿Y si con sólo mirarte pudiera sentir con tu corazón?
¿Y si en sólo un instante fuera posible saber quiénes somos el uno para el otro?
La historia se inicia cuando Marcos, tras la muerte de su madre, decide comprar la inyección de cetamina, un medicamento que le permitirá vivir sin dormir nunca más. Y es que no quiere volver a soñar con su pérdida. No quiere que los días sigan discurriendo igual ahora que su madre ya no está.
En el mundo en el que vive Marcos, son muchos los que ya han decidido no dormir más. Esto implica que el ritmo de vida ha cambiado por completo. Las noches se aprovechan más e incluso las jornadas laborales se han incrementado. Y las decisiones para tomar estas inyecciones son de las más dispares.
"Hubo algunos que decidieron tomarla por celos. Sí, por celos. ¿Qué hacía tu pareja mientras tú dormías? Con quien estaba, qué le pasaba, qué veía, qué sentía...? Aquello pudo con mucha gente, personas que no deseaban no estar en los momentos nocturnos, que parecían creados para que les pasaran las cosas más hermosas del planeta. La sensación de que tu pareja llegue, te despierte y te cuente algo increíble que ha transcurrido a las cinco de la mañana mientras tú todavía estás con sueño acumulado, con legañas en los ojos, era algo que puedo con muchas negativas a abandonar la vida nocturna que conocían."
Pero Marcos, hasta la muerte de su madre, no se había planteado tomar esta inyección. Pero es tanto el dolor que siente por su ausencia que ya no quiere dormir más. No quiere volver a sufrir en sueños. Ella fue quien se lo enseñó todo, quien le enseñó a disfrutar de la vida, quien le enseñó a sentir la vida. Las grandes reflexiones siempre son puestas en boca de la madre. Es esta especial relación entre madre e hijo lo que nos ofrece las mejores páginas del libro.
Otro aspecto importante en la novela es el don del protagonista. Un don que le permite descubrir los recuerdos más alegres y tristes de cualquier persona:
"He visto crímenes horribles, deseos consumados, dolor insoportable, terror psicológico y, seguidamente, amor sin límites, pasión desenfrenada y felicidad extrema."Un don que tendrá mucha importancia en el desarrollo de la trama, de la que no quiero revelar mucho para no quitar la sorpresa a quien todavía no se haya leído el libro.
El sexo es también un tema recurrente en el libro. Y no porque haya escenas de este tipo. Más bien porque es raro el capítulo donde no hay reflexiones sobre él.
"Con 16 años me habló de las autopsias sexuales.
Me contó que estaría bien que cada cinco años nos practicaran una de estas autopsias.
Que nos quedáramos muy quietos y alguien nos dijera qué parte de nuestro cuerpo no había sido acariciada; cuántos besos habíamos recibido; si había sido más querido una mejilla o una ceja o una oreja o los labios.
Una autopsia en toda regla de nuestro sexo, pero con nosotros vivos, aunque inmóviles.
Ella se lo imaginaba y le gustaba pensar que alguien, tan sólo mirando nuestros dedos, supiese si habían tocado con pasión o simplemente por rutina. Si nuestros ojos habían sido mirados con deseo o nuestra lengua había conocido muchos congéneres (...)
¿Cuántos mordiscos, cuántos susurros, cuántos chupetones hemos sentido? Un cómputo de números sobre nuestro sexo, nuestra lujuria, nuestro placer solitario.
Y según ella, lo mejor era que cuando acaba esa autopsia sabríamos que estábamos vivos, que podíamos mejorar y lograr que nos acariciasen, que deseáramos, que amáramos y nos amasen."
En líneas generales, es un libro ameno y muy original. Está narrado en primera persona, como si fuera un amigo quien te estuviera contando la historia, lo que hace que sea muy fácil de leer. La historia es atractiva. Quizás su único fallo es que abarca muchos temas pero no profundiza en ninguno. Como tampoco profundiza mucho en los personajes. Nos quedamos con las ganas de descubrir más de la madre y de esa especial relación que mantiene con ella. Nos quedamos con las ganas de saber más de su don y de todas las personas que conoce a través de él... Pero a pesar de esto, es un libro muy recomendable, que te engancha y te hace disfrutar unas horitas.