Ediciones Duomo, 2015
El desenfrenado ingenio de Gordon, así como su arrollador afán justiciero, convierten su día a día en un continuo disparate que supera todos los límites cuando decide irse de vacaciones.
Lo que puede suceder cuando Gordon está cerca es imprevisible, tanto en el trabajo como en un aeropuerto, en la playa y, por supuesto, en una discoteca.
'Diario de Gordon' produce una mezcla de asombro y diversión que mantendrá en vilo a todo lector que se aventure en esta comedia trepidante.
Tengo que empezar diciendo que el humor es un género en el que no me siento cómoda. Pero de vez en cuando me gusta acercarme a él a ver si le cojo el puntito. Y a veces lo he disfrutado, pero curiosamente más en teatro. En novelas, en ocasiones puntuales. Y ésta no ha resultado una de esas ocasiones. No me han convencido las situaciones por las que pasa Gordon. Me han resultado demsasiado exageradas y surrealistas y no han logrado arrancarme la sonrisa. Quizás también porque el personaje no me ha caído nada bien. Demasiado egoísta, presumido, vanidoso, egocéntrico y maleducado...¿Me he dejado algo? Tanto, que ni siquiera he sentido pena cada vez que salía apaleado de sus desventuras.... ¡Qué mala soy! Bueno, no soy tan mala, que no he sentido pena, pero tampoco alegría...
