Anne Brontë
Trad: Waldo Leirós
Alba, 1997
Tras muchos años de abandono, la destartalada y ruinosa mansión de Wildfell Hall es habitada de nuevo por una misteriosa mujer y su hijo de corta edad. La nueva inquilina -una viuda, al parecer- no tarda, con su carácter retraído y poco sociable, sus opiniones a menudo radicales y su extraña triste belleza, en atraerse las sospechas de la vecindad, y a la vez la rendida admiración de un joven e impetuoso agricultor. Pero la mujer tiene, en efecto un pasado... más terrible y tortuoso si cabe de lo que la peor de las murmuraciones es capaz de adivinar.
Me ha sorprendido muchísimo esta novela. Y es que no me esperaba la feroz y dura crítica a los convencionalismos y la hipocresía de la época. Es lo que subyace de fondo a lo largo de toda la lectura. Y lo consigue, sobre todo, gracias a la profundidad que la autora logra dar a los personajes. En especial en el caso de Helen, la protagonista. Un personaje que crece a lo largo de la novela de forma brutal. Un personaje que sufre de forma callada las continuas humillaciones de su marido. Un marido que incluso le echa la culpa de sus vicios, de su conducta, tanto cuando ella le reprocha su actitud o cuando opte por el silencio. Por desgracia, esto sigue pasando...
Pero ella aguanta a su lado, como "buena esposa", porque en esa época no se podía hacer otra cosa. Pero será por su hijo por lo que ella se rebela. Y no le importará que hablen de ella, pero no soportará que su hijo tenga como modelo a ese padre, cada vez más depravado. Así que decidirá irse e iniciar una nueva vida, con sus pocos ahorros y con el dinero que consiga con sus cuadros. Algo que en la época tampoco estaba bien visto. Así Helen se nos presenta como una mujer fuerte, decidida, hecha a sí misma. Una auténtica heroína en aquellos tiempos tan difíciles para la mujer. Una mujer que se merece una nueva oportunidad para ser feliz, pero, ¿la tendrá? Tendréis que leer esta novela para saberlo, porque ya he contado demasiado y no pienso decir más. Una auténtica joya este clásico, que va a estar entre mis mejores lecturas del año.