miércoles, 30 de marzo de 2022

La envidia de los mediocres de Roberto Martínez Guzmán

La envidia de los mediocres

Roberto Martínez Guzmán

Autopublicado, 2021

«Nunca abras una caja de Pandora si no tienes armas con las que combatir los demonios que encierra dentro».

Un encargo de un amigo, una muerte accidental y una pequeña villa en la montaña lucense son el punto de partida de un caso que no solo removerá los cimientos de la tranquila sociedad rural, sino que acabará por poner a prueba los límites de la conciencia humana.

 

 


Es la segunda novela protagonizada por Lucas Acevedo, pero adelanto ya que puede leerse bien de forma independiente, ya que es una historia totalmente autoconclusiva y no arrastra nada del libro anterior. 

Lucas Acevedo es un guardia civil retirado, que estuvo trabajando como agente infiltrado durante bastante tiempo. Una experiencia que le ha dejado tocado por todo lo que tuvo que ver y que sufrir. Por ese decide "retirarse" un tiempo. Y lo pongo entre comillas porque parece que la vida y los amigos no le dejan descansar mucho. Y siempre anda al final metido en problemas. Esta vez sus pasos le llevan hasta Fonsagrada, un pequeño pueblo de Lugo, lugar en el que los padres de un amigo suyo han fallecido de forma aparentemente natural. Pero si su amigo le pide que investigue, es que algo sospechaba. Y Lucas Acevedo logrará, poco a poco, descubrir lo que realmente ha sucedido.

Una historia que comienza y parece que no pasa nada, pero que va incrementando su ritmo y la tensión a medida que vamos avanzando en su lectura. Con buenos personajes, perfectamente trazados, con una trama bien hilada en la que el autor no deja nada al azar, y con una ambientación muy lograda, el autor ha conseguido una vez más una novela adictiva, de las que  no puedes soltar hasta llegar al final.

jueves, 17 de marzo de 2022

Las herederas de la Singer de Ana Lena Rivera

Las herederas de la Singer

Ana Lena Rivera

Grijalbo, 2022

El día que la joven Aurora se vio obligada a trabajar en la mina tras el accidente de su padre, se juró a sí misma hacer lo que fuera necesario para salir de aquel infierno.

Un matrimonio sin amor y la máquina de coser Singer de segunda mano que recibe como regalo de bodas le proporcionarán una nueva forma de salir adelante, hasta que un terrible suceso convierte la Singer en la única prueba de la amenaza que la perseguirá toda la vida.

Muchos años después, la complicidad que teje con su biznieta Alba desvelará el secreto que ha planeado sobre las mujeres de su familia.

 


Las herederas de la Singer está protagonizada por cuatro generaciones de mujeres de una misma familia, desde la primera, Aurora, que nace en 1922, hasta la última, en 1995. A través de ellas, la autora consigue mostrar la evolución de la sociedad a lo largo del siglo XX y comienzos del XXI. El cambio de vida, sobre todo para las mujeres, mostrando todo lo que han avanzado y remarcando que aún hay que seguir luchando para seguir avanzando.

La autora consigue plasmar bien cada época, los cambios sociales y culturales que se van produciendo. Y consigue plasmar a la perfección cómo vivían las mujeres en cada uno de esos momentos. Marcadas cada una por su época, cada una afronta los problemas con los que tiene que luchar de diferente manera, pero siempre luchando. Cada una busca su felicidad a su manera, porque todas tienen diferente carácter, pero todas se revelan como personajes fuertes, aunque algunas tengan que descubrir aún que lo son. Y, sobre todo, se revelan como personajes muy humanos, que nos van a despertar sentimientos encontrados a lo largo de la novela. En algunos momentos nos despiertan todo nuestro cariño y compasión y en otros llegamos a odiarlas, porque no llegamos a comprender sus comportamientos, sus actitudes, sus reacciones. Lo que no dejan, en ningún momento, es indiferente.

Destacable en esta novela es su estructura. Para darle el mismo protagonismo a todos sus personajes, la autora ha optado por ir alternando capítulos protagonizados por cada una de ellas, en diferentes épocas. Así en unos nos vamos hacia atrás hasta la época de la posguerra y en otros estamos en la actualidad. Al principio es un poco lioso, pero a medida que vas avanzando, te vas haciendo con esta forma de narrar, sabiendo que es la única manera que tiene para que vayamos conociendo en profundidad a cada personaje y comprendamos el por qué de ciertas actitudes. Y porque de esta manera la autora consigue que veamos el gran parecido que hay entre Aurora, la bisabuela, y Alba, la biznieta, dos mujeres de personalidad arrolladora, inteligentes, fuertes, reivindicativas. Aurora se ve reflejada en Alba. Sabe que si ella hubiera vivido en esta época, sería como ella. Y sabe que si Alba hubiera vivido lo que ella vivió, se hubiera comportado de la misma manera. Por eso se abre tanto con ella, llegando a confesarle ese secreto que a nadie se ha atrevido a contar y que le ha mantenido asustada años y años.

Y no digo más, porque esta es de esas novelas que hay que leer sin saber mucho de ella, para disfrutar de cada página, de cada historia, de cada personaje. Una novela llena de emociones, de sufrimientos, de amor, de lucha, de coraje. Una novela de las que se quedan mucho tiempo vivas en nuestra memoria. Una novela que sé ya que va a estar entre mis mejores lecturas del año. 


 


lunes, 14 de marzo de 2022

Estos días leo... #200

Sigo esta semana con el clásico de Charlotte Brontë, Shirley, del que llevo aún poquito. Y he empezado también el último libro de Daniel Fopiani, El corazón de los ahogados, que pude asistir a la presentación del libro en mi ciudad y me dejó con ganas de empezarlo prontito. 

Desde Tombuctú, Doudou y su mujer huyen de la guerra en dirección a Melilla en busca de una vida mejor. Tras múltiples abusos por parte de la policía marroquí y de las mafias que sacan provecho de su desesperación, consiguen subir a una patera. Ella está embarazada y temen morir en el mar, ahogados.

En el pequeño camposanto de la Isla de Alborán, aparece una cabeza mutilada de origen africano, rodeada de gaviotas decapitadas con cabezas de muñecas de porcelana en su lugar. Un islote habitado solo por un  reducido destacamento de la Armada española, con el objetivo de preservar el territorio nacional ante la posible llegada de migrantes, vivos o muertos, y de velar por el ecosistema protegido de la zona en colaboración con un biólogo de la Junta de Andalucía.

La sargento Julia Cervantes, Infante de Marina experimentada, es enviada con el contingente que se desplaza a Alborán tras el macabro descubrimiento. En su vida solo quedan su hijo Mario y su madre. Después de varios años, sigue sin poder superar la muerte de su marido.

Durante una terrible tormenta, quedan totalmente incomunicados con el exterior y desde la megafonía del faro comienzan a escuchar una extraña nana:“Diez soldaditos se fueron a cenar; uno se asfixió y quedaron nueve”. Cuando empiezan a sucederse los asesinatos, el terror se desata en la isla. Julia debe hallar al culpable si quiere volver sana y salva junto a su hijo pero, ¿hay alguien más en la isla o el asesino se encuentra entre sus camaradas?


 

Escrita tras el éxito revelador de Jane Eyre, aunque en circunstancias ciertamente trágicas, mientras veía morir a tres de sus hermanos (Branwell, Emily y Anne), Shirley (1849) nació explícitamente de la vocación de Charlotte Brontë de hacer «algo real, frío y sólido». Con este principio, escribió su única novela en tercera persona, imbricando la experiencia individual con el destino histórico de la colectividad. Robert Moore, «hombre importante, hombre de acción», dueño de una fábrica textil sacudida por los efectos económicos de las guerras napoleónicas y por el temor de los obreros a la revolución industrial, se debate entre el amor callado de su prima Caroline, una huérfana en constante vigilia y obligada austeridad, cuyo espíritu «intenta vivir de la exigua dieta de los deseos», y la admiración apasionada de Shirley, una heredera independiente y entusiasta, «demasiado rebelde para el cielo, demasiado inocente para el infierno». La rivalidad en el amor no impide el afecto y la solidaridad entre las dos mujeres, pues ambas saben que, frente a los hombres, es más lo que las une que lo que las separa. Shirley tiene el talento único de Charlotte Brontë para combinar análisis sutiles con arrebatos visionarios, un elevadísimo sentido moral con una heterodoxa sátira de costumbres, y esa soberbia estilización del amor y el sentimiento que es la clave de su estética y de su mundo.

 

 Y vosotr@s, ¿qué estáis leyendo? 

jueves, 10 de marzo de 2022

Relato de un desconocido de Antón P. Chéjov

Relato de un desconocido

Antón P. Chéjov

Traducido por Víctor Gallego Ballesteros,

Alba, 2014

Stepan, un joven aristócrata minado por la tisis, decide dar sentido a sus últimos años de vida sirviendo a sus ideales subversivos. Con este objetivo, se infiltra como lacayo en casa de Orlov, un funcionario del regimen zarista, hijo del jefe de policía. Orlov es un hombre inteligente y cultivado, pero sin ningún tipo de moral. Su vida consiste en cumplir con un trabajo burocrático y absurdo, y jugar a cartas con sus amigos, tan superficiales e inútiles como el. Y de noche, tramar encuentros furtivos con la bella Zinaída, esposa de otro funcionario, una joven que sueña con vivir una gran historia de amor…

 
Relato de un desconocido está protagonizado por Stepan, un aristócrata enfermo de tisis quien, sabiendo que son pocos los años que le quedan por vivir, decide hacer  algo de provecho con su vida. Afín a las ideas revolucionarias, decide empezar a trabajar como mayordomo fingiendo ser quien no es, para Orlov, hijo de un importante hombre en el régimen zarista, con la única pretensión de recabar alguna información importante. Pero los días pasan y apenas descubre nada relevante. Sólo es testigo del egoísmo, la desidia, la pereza y la vida disoluta de Orlov, quien no hace nada útil con su vida. Esta es la sociedad que quiere plasmar el autor. Esa nobleza que no vale para nada, que no hace nada, que se limita a gastar y gastar sin importarle el futuro, sin pensar en el presente, sin un atisbo de dignidad.

Y este mundo se ve amenazado cuando Zinaida Fiodorovna aparece en casa de Orlov con intención de quedarse a su lado, pese a estar ya casada. Ambos han llevado hasta ese momento su relación adúltera a escondidas. Y Zinaida, pensando que su amor es recíproco, decide dar el salto, abandonar a su marido, pese a todo lo que ese conlleva en esa sociedad, en esos años, y empezar una nueva vida junto a Orlov. Pero, ¿querrá él lo mismo? Y eso ya no lo voy a contar para no destripar toda la historia.

Una historia que merece ser leída, por lo bien escrita que está, por ese análisis crítico que Chéjov realiza de la sociedad aristócrata rusa. Una sociedad en la que la moral y la dignidad brilla por su ausencia. Una sociedad que poco aporta y que, más bien, lastra. 

En definitiva, un clásico imprescindible que hay que leer sí o sí. No lo penséis mucho, que se tarda más en pensarlo que en leerlo, por su brevedad y por lo que terminan enganchando sus páginas.

lunes, 7 de marzo de 2022

Estos días leo... #199

Sigo con Leonardo Padura, que me está gustando mucho, pero se me cuelan otras obligaciones literarias y al pobre no le estoy dedicando todo el tiempo que se merece. Y en el lector esta semana me acompaña Shirley de Charlotte Brontë.


Una impresionante fusión de los géneros policiaco e histórico en la nueva novela de Leonardo Padura.
En 1939, el barco S.S. Saint Louis, con novecientos judíos que lograron huir de Alemania, estuvo fondeado varios días frente al puerto de La Habana a la espera del permiso para los refugiados. El niño Daniel Kaminsky y su tío esperaron en el muelle a que desembarcaran sus familiares, confiados en que usaran ante los funcionarios el tesoro que portaban a escondidas: un pequeño lienzo de Rembrandt que perteneció a los Kaminsky desde el siglo XVII. Pero el plan fracasó y el barco regresó a Alemania, llevándose con él toda esperanza de reencuentro.

Muchos años después, en 2007, la noticia de que ese lienzo se subasta en Londres, provoca que el hijo de Daniel, Elías, decida viajar a La Habana desde Estados Unidos para aclarar qué sucedió realmente con el cuadro y su familia. Sólo alguien como el Conde puede ayudarle en la misión. Y en los encuentros y las conversaciones sabremos que Daniel decidió cambiar radicalmente de vida y que le atormentaba un crimen. También que ese cuadro, una imagen de Cristo, tuvo como modelo a otro judío, que en la Ámsterdam del siglo XVII rompió todas las convenciones de clase y de religión para trabajar en el taller de Rembrandt y aprender a pintar con el maestro.
 

Escrita tras el éxito revelador de Jane Eyre, aunque en circunstancias ciertamente trágicas, mientras veía morir a tres de sus hermanos (Branwell, Emily y Anne), Shirley (1849) nació explícitamente de la vocación de Charlotte Brontë de hacer «algo real, frío y sólido». Con este principio, escribió su única novela en tercera persona, imbricando la experiencia individual con el destino histórico de la colectividad. Robert Moore, «hombre importante, hombre de acción», dueño de una fábrica textil sacudida por los efectos económicos de las guerras napoleónicas y por el temor de los obreros a la revolución industrial, se debate entre el amor callado de su prima Caroline, una huérfana en constante vigilia y obligada austeridad, cuyo espíritu «intenta vivir de la exigua dieta de los deseos», y la admiración apasionada de Shirley, una heredera independiente y entusiasta, «demasiado rebelde para el cielo, demasiado inocente para el infierno». La rivalidad en el amor no impide el afecto y la solidaridad entre las dos mujeres, pues ambas saben que, frente a los hombres, es más lo que las une que lo que las separa. Shirley tiene el talento único de Charlotte Brontë para combinar análisis sutiles con arrebatos visionarios, un elevadísimo sentido moral con una heterodoxa sátira de costumbres, y esa soberbia estilización del amor y el sentimiento que es la clave de su estética y de su mundo.

 

 Y vosotr@s, ¿qué estáis leyendo? 

 

domingo, 6 de marzo de 2022

Repasando enero y febrero

Febrero se me hizo tan corto que ni siquiera me dio tiempo de hacer la entrada del balance del mes de enero, así que vengo ahora haciendo el balance de los dos primeros meses del año. Que han sido bastante buenos, tanto en número como en calidad. Y pese a que últimamente me cuesta trabajo ponerme a leer, que mi cabeza no anda muy concentrada y me disperso mucho. Y estos son los libros que he leído durante estos meses:

  1. Lordemano de José Zoilo
  2. Con suerte... en Navidad de Mayte Esteban
  3. Todos los demonios de Luis Roso
  4. Out de Natsuo Kirino
  5. Quién sabe si mañana seguiremos aquí de Kim Young-Ha  
  6. El guardián de las mareas de Mayte Uceda
  7. El lector fiel de Max Seeck
  8. Relato de un desconocido de Antón Chéjov 
  9. Las herederas de la Singer de Ana Lena Rivera

Películas no he visto ninguna estos dos meses... O al menos no he visto alguna que merezca la pena, porque ahora mismo no las recuerdo. En series estoy enganchada ahora a The Last Kingdom, que me está resultando entretenida y he visto la primera temporada de Archivo 81, que me ha sorprendido para bien. Espero que la siguiente temporada esté a la altura y que no la alarguen innecesariamente.  

Y vuestro mes, ¿qué tal ha ido?