El 26 de octubre de 1949 el reportero Gabriel García Márquez fue enviado
al antiguo convento de Santa Clara, que iba a ser demolido para
edificar sobre él un hotel de cinco estrellas, a presenciar el vaciado
de las criptas funerarias y a cubrir la noticia. Se exhumaron los restos
de un virrey del Perú y su amante secreta, un obispo, varias abadesas,
un bachiller de artes y una marquesa. Pero la sorpresa saltó al destapar
la tercera hornacina del altar mayor: se desparramó una cabellera de
color cobre, de veintidós metros y once centímetros de largo,
perteneciente a una niña. En la lápida apenas se leía el nombre: Sierva
María de Todos los Ángeles. «Mi abuela me contaba de niño la leyenda de
una marquesita de doce años cuya cabellera le arrastraba como una cola
de novia, que había muerto del mal de rabia por el mordisco de un perro,
y era venerada en los pueblos del Caribe por sus muchos milagros. La
idea de que esa tumba pudiera ser la suya fue mi noticia de aquel día, y
el origen de este libro.»
Tenía ganas de disfrutar de nuevo de la pluma de este maestro de las letras así que no lo dudé cuando Sara propuso este
reto en su blog, Literariamente hablando. Y me decidí por este libro, que fue la novela con la que descubrí a este genio. Una novela que me sorprendió, que me impactó. Pero hace tantos años de esa primera lectura que quería leerla otra vez. Y ver si seguía gustándome, si seguía sorprendiéndome, si seguía enganchándome a esta historia llena de ese realismo mágico tan típico de García Márquez. Y la respuesta es SÍ. Y con mayúsculas.
La novela está ambientada en el siglo XIX, en Cartagena de Indias. Eran años en los que el poder de la iglesia era total y absoluto. Años en los que abusaba de su autoridad y cometía infinidad de tropelías.
El prólogo se convierte en una parte muy importante de este libro ya que en él se nos explica los orígenes de la historia. Así que no es nada recomendable saltárselo en este caso.
La novela nos cuenta la historia de la niña Sierva María, la hija del marqués de Casalduero y Dueñas.Una niña que no es querida por sus padres. Esto hará que busque el cariño en otro lado. Y lo encontrará junto a los esclavos negros de la hacienda. Y la relación será tan especial, tan estrecha, que la niña se convertirá en uno más de ellos, adoptando sus costumbres, su idioma, sus ritos...
Un día, la niña será mordida por un perro rabioso y todos esperarán que la niña enferme. Pero esto no llegará a ocurrir. Y la Iglesia hará su aparición en este momento y no será para bien. Acusará a la niña de estar endemoniada y la recluirá en un convento. Y será en el convento donde surja el amor. El encargado de practicar el exorcismo, Cayetano, caerá rendido a los encantos de Sierva María. Y ambos perderán la inocencia, ambos descubrirán el amor, ambos vivirán una relación mágica y prohibida. Pero este amor, como en casi todas las obras de García Márquez, será un amor trágico y atormentado.
Otra novela imprescindible de Gabo, con una riqueza enorme de nuevo en su narrativa. Con personajes que brillan todos con luz propia, porque tras cada uno de ellos hay una tragedia, porque todos tienen razones para sentirse inquietos, angustiados, dolidos... Y curiosa es la forma en que el escritor nos lo transmite. Como en otras novelas, el autor coloca a sus personajes en casas que están en ruinas, que se caen a pedazos... Pero luego, cuando estos mismos personajes parecen recuperar el control
de sus vidas, estas casas van recuperándose, se van renovando. Es como si a través de las casas reflejara el espíritu o los sentimientos de sus personajes.
Hace uso en esta ocasión el autor del narrador omnisciente, que en todos sitios está, que todo lo sabe. Y utiliza capítulos cortos y dinámicos que aligeran mucho su lectura. Y no se limitará sólo a contarnos la historia de la niña, sino que dedicará capítulos a la historia de su familia, una historia en todo momento marcada por la tragedia.
Del amor y otros demonios es una novela que va de menos a más. Porque vamos enganchándonos a su historia poco a poco. Y es, cuando esa relación de amor empieza a surgir, cuando descubrimos que ya no podemos despegarnos de sus páginas, cuando ya estamos completamente absortos en su lectura, cuando Gabriel García Márquez nos ha vuelto a conquistar.