El secreto de las cuartetas de Pat Casalà

 Dos comienzos encontramos en esta novela. En el primero de ellos, nos remontamos al siglo XVI para encontrarnos a un joven Michel de Nôtre-Dame desolado. Acaba de perder a su familia a causa de la peste. Así que emprende su propia lucha y lo encontramos desplazándose de pueblo en pueblo salvando a todo el que puede de esta mortal enfermedad. Un día, aparecerá en su vida una joven, Marta,  que anda buscándole. Se enamorarán el uno del otro apenas crucen una mirada. Esa misma noche mantendrán relaciones. Y cuando el futuro parece por fin esperanzador para el joven Michele, a la mañana siguiente cuando despierta, Marta ha desaparecido. Se ha ido. Pero antes de irse, mientras él dormía tuvo tiempo para llevar a cabo un conjuro que convertirá a Michel en el mayor profeta de todos los tiempos, Nostradamus.

Y tras esta historia que nos va atrapando poco a poco, la novela vuelve a comenzar. Y nos trasladamos a la actualidad. Un día especial para la protagonista, Marta, que celebra su 41 cumpleaños. Pero que se convierte en un día trágico. Tras unos años de feliz matrimonio, Marta descubre la verdadera cara de su marido, quien elige el día del cumpleaños de Marta para asesinar cruelmente a sus padres y raptar a su hija pequeña. La respuesta a esta conducta se nos da rápido. Marta es descendiente de Nostradamus y también posee el don de la clarividencia. Y también su hija, quien además tiene el poder de provocar grandes cataclismos naturales. Y Ángel lo sabe. Quiere aprovechar el don de su hija para destruir el mundo, para provocar un auténtico caos. 

En toda esta historia lo que más nos sorprende es la facilidad con que todo el mundo y, sobre todo, Marta acepta todas las nuevas noticias que están recibiendo. Marta acepta su don, y rápidamente lo asimila y empieza a usarlo. Tampoco puede esperar. La vida de su hija está en peligro. La clave para descubrir su paradero está en saber donde se va a producir la próxima catástrofe y para averiguarlo habrá que descifrar las cuartetas que Nostradamus dejó. Y aquí es donde el don de Marta hace falta. 

Es una novela tremendamente dinámica, ligera, donde la acción no para en ningún momento. Y tras ese comienzo brutal, las ganas de avanzar para conocer el desenlace de la historia no desaparecen en ningún momento. Es la propia Marta quien nos va contando la historia, así que sentimos de primera mano, sus miedos, sus temores, su dolor por la muerte de sus padres, por el secuestro de su hija, su ira por los años que ha estado compartiendo con un auténtico desconocido...  Es ella el personaje mejor perfilado de toda la historia. No se entretiene mucho la autora en desarrollar al  resto de los personajes. Son tantas las cosas que nos quiere contar, tantas las cosas que suceden, que no se detiene en describir un poco mejor al resto de personajes, sus historias, sus motivaciones... Incluso esa relación de amor que incluye en la historia está poco desarrollada.

Y a pesar de estos "peros", la novela, como ya he dicho, engancha. No podemos dejar de leer hasta conocer ese desenlace que tiene el mismo ritmo vertiginoso que el resto de la novela y que nos mantiene en tensión hasta el último momento. Y que nos deja con ganas de seguir disfrutando de la autora, que ya ha preparado una segunda parte, El secreto de los cristales.