Cine ha habido poquito este mes. Solo he ido para ver Antes de la quema, una peli rodada en Cádiz, que, con el carnaval de fondo, trata de los grandes problemas que aquí nos encontramos, con la falta de trabajo, la precariedad que existe en él y el narcotráfico que está tan presente, por desgracia. Y todo aderezado con ese toque de humor que por aquí tenemos tanto. Que las desgracias, con risas, se sobrellevan mejor.
En series, sigo a mi ritmo con The big bang theory y terminé de ver la segunda temporada de The good doctor. A esperar la tercera temporada.
Y me despido ya hasta mediados de septiembre, que el cuerpo y la mente me piden ya un descansito. Y estos meses quiero darle un buen empujoncito a las opos y tantas cosas por delante son difíciles de llevar. Hay solo una reseña pendiente, que dejaré un día de estos, y a descansar un poquito.
Pero no se me olvida dejaros con un poco de buena música.
Octubre de 1917. La revolución bolchevique alumbra un nuevo orden en
Rusia. Antes de ser forzada al exilio, la derrocada emperatriz Alejandra
Feodorovna confiará a sus más fieles la custodia de un fabuloso tesoro:
una auténtica fortuna cuya pieza más codiciada es la Estrella de
Samarcanda, la joya más valiosa que nadie haya poseído jamás.
Casi veinte años después, Charles Waugham —veterano de la Gran Guerra y
borracho en tiempos de paz— languidece en París sin mayor aspiración que
la de combatir sin tregua su sobriedad antes que reconocer su fracaso
como escritor. El azar le brindará la ocasión de romper amarras con su
mediocre existencia, involucrándolo en la caza de los legendarios
diamantes rusos por los que compiten los servicios secretos alemanes y
soviéticos. Una peligrosa partida que lo llevará hasta Estambul tras un
rocambolesco viaje a bordo del mítico Orient Express. El bueno de
Charlie, sin saberlo ni pretenderlo, conseguirá retorcer los imbricados
hilos de la historia con la sola arma de su candidez.
La Estrella de Samarcanda es la prima novela de Santi Osakar. Y es algo que se nota, sobre todo, en el primer capítulo. Un primer capítulo que resulta algo tedioso e incluso aburrido. En él, el autor explica de forma concisa y detallada la revolución bolchevique y la caída de los Romanov. Y termina centrándose en las joyas de estos últimos, en especial, de la Estrella de Samarcanda.
El siguiente capítulo es ya totalmente distinto, de tono, de ritmo y de todo. Se sitúa dos décadas después y nos presenta ya al que va a ser el absoluto protagonista de la novela, Charles Waugham, un escritor inglés fracasado, que vive en esos años en Francia, que participó en la Gran Guerra, y que tiene en el alcohol a su mejor compañía.
Pero su suerte parece que va a empezar a cambiar. Y no piensa desaprovechar la oportunidad que se le presenta. Y decidido, se monta en el Orient Exprress, rumbo a Estambul, en busca de la Estrella de Samarcanda. En busca de la mayor de las aventuras, sin pensar en las consecuencias, sin pensar en los riesgos, sin pensar en nada.
Y aquí es donde empieza a consolidarse la novela como una gran novela de aventuras, con su justa dosis de intriga y tensión, con un ritmo trepidante, con muchos toques de humor y con su poquito, incluso, de amor.
Destaca también la novela por su perfecta ambientación. No nos cuesta nada trasladarnos a París, subirnos al Orient Express y callejear por Estambul. Y el autor lo logra de forma tan natural, que parece fácil, pero, sin duda, no lo es.
En definitiva, una novela muy entretenida, salvando ese primer capítulo, bien escrita, y con un personaje muy potente como es Charles Waugham, que nos arranca la sonrisa en más de un momento y por el que nos resulta imposible no sentir pena en otros. Una buena novela de aventuras.
Continúo leyendo La delicadeza de Foenkinos, una novela que me está gustando mucho.
Nathalie es una mujer afortunada. Felizmente casada con François, pasa
los días rodeada de risas y libros. Un día la pena llama a su puerta:
François muere inesperadamente. Nathalie languidece entonces entre las
paredes de su casa y se vuelca en la oficina. Pero justo cuando ha
dejado de creer en la magia de la vida, ésta vuelve a sorprenderla y
revelarse en su forma más maravillosa.
La delicadeza es
la novela de la esperanza y la imaginación, la novela de ese París
fascinante en el que el dolor y la vulgaridad se transforman en poesía.
Un libro que querrás tener siempre cerca, para deleitarte de nuevo con
su elegancia literaria o sonreír con su mordaz ingenio, pero, sobre
todo, para recordar que siempre, incluso en los momentos más
inesperados, cualquier cosa es posible.
Y si la termino esta semana, me gustaría empezar a leer La señora Dalloway de Virginia Woolf, que lleva ya tiempo esperando en la estantería.
Publicada en 1925, "La señora Dalloway" relata un día en la vida de una
mujer de la clase alta londinense desde el punto de vista de una
conciencia que experimenta con plena intensidad cada instante vivido, en
el que se condensan el pasado, el entorno y el presente. La novela inspiró la película "Las horas", protagonizada por Meryl Streep, Julianne Moore y Nicole Kidman.
Pepita Jiménez es una de las novelas más interesantes de la
segunda mitad del siglo XIX, en la que la disposición de la fábula y el
lenguaje alcanzan cotas de suma belleza, merced a su peculiar técnica.
En la presente edición se analiza la polémica que suscitó en el momento
de su publicación, así como el ideario estilístico de Juan Valera.
Hoy vengo con relectura. Y no será porque no tengo libros para leer. Pero de vez en cuando me apetece releer esos libros que disfruté en mis tiempos de facultad, pero que leía con prisas, porque los exámenes se venían encima...
Y le llegó el turno a Pepita Jiménez, un libro que disfruté mucho, pero cuyo trama no recordaba muy bien. Pero todo fue empezarlo y empezar a recordar. Y empezar a apreciar cosas que en esa ocasión no vi, como lo bien que plasma el ambiente andaluz de la época, sus casas, su gente, sus costumbres... Y su prosa, culta, ágil, irónica. Esto último me ha sorprendido bastante porque no lo recordaba así.
Pepita Jiménez gira en torno al dilema al que se enfrenta el joven seminarista Luis de Vargas cuando conoce a Pepita y nota que empieza a sentir algo por ella. La lucha entre su fe y el amor que siente por la joven viuda está presente en las cartas que escribe a su tío, un sacerdote que se ha encargado de su educación desde pequeño.
Pero los problemas para el protagonista no se quedan sólo ahí. Es que, además, Pepita Jiménez es la prometida de su padre...
Y en esas cartas que escribe a su tío y que nosotros leemos se refleja bien el cambio que se va produciendo en el joven seminarista. Si en las primeras enfatiza su amor a Dios, que está por encima de todas las cosas, poco a poco el tono va cambiando. Y el objetivo de su amor también, aunque intenta evitarlo. Hasta el final luchará ante la tentación que supone sólo la presencia de Pepita Jiménez. Y más cuando se dé cuenta de que ella también parece estar interesada por él.
Pepita Jiménez es, como casi todos los personajes femeninos de Valera, una joven encantadora, bella, sensible, culta, educada... Reúne tantas virtudes que cuesta resistirse a sus encantos. ¿Lo logrará nuestro joven protagonista? Pues tendréis que leer la novela para saberlo, si es que no la habéis leído ya.
En definitiva, un clásico español muy recomendable, entretenido, fácil de leer, con pequeñas dosis de humor e ironía que nos arrancan alguna que otra sonrisa, convirtiendo esta novela en una lectura muy agradable.
Con nuevas lecturas empiezo la semana. Pero me parece que poco tiempo voy a tener estos días para leer, así que me van a durar.
Claudio Cerdán nos conduce a través de una historia turbia, oscura y
fascinante, en la que todo empieza a cobrar un significado distinto
cuando, tras el impacto de las primeras páginas, un asesino en serie
empieza a decapitar a sus víctimas por las calles de Madrid.
En
una ciudad corrupta e inmisericorde, tres vidas perdidas chocan en su
caza al asesino. Paco Faura, policía retirado que trabaja como detective
sin licencia, sospecha que todo podría estar relacionado con un caso
que no pudo esclarecer treinta años atrás. Mientras tanto, CJ -un
antiguo mercenario- piensa que el culpable es un viejo compañero de
armas. Y Aldo, un proxeneta que tuvo que huir de México cuando los
narcos pusieron precio a su cabeza, perderá la cordura al creer que el
pasado vuelve para vengarse.
Nathalie es una mujer afortunada. Felizmente casada con François, pasa
los días rodeada de risas y libros. Un día la pena llama a su puerta:
François muere inesperadamente. Nathalie languidece entonces entre las
paredes de su casa y se vuelca en la oficina. Pero justo cuando ha
dejado de creer en la magia de la vida, ésta vuelve a sorprenderla y
revelarse en su forma más maravillosa.
La delicadeza es
la novela de la esperanza y la imaginación, la novela de ese París
fascinante en el que el dolor y la vulgaridad se transforman en poesía.
Un libro que querrás tener siempre cerca, para deleitarte de nuevo con
su elegancia literaria o sonreír con su mordaz ingenio, pero, sobre
todo, para recordar que siempre, incluso en los momentos más
inesperados, cualquier cosa es posible.
Madera de savia azul José Luis Gil Soto Ediciones B, 2019
El destino de un niño. Erik tiene apenas cuatro años cuando
pierde a su madre en el gran terremoto que destruye Waliria, la
capital de Ariok. Su padre, el carpintero Bertrand de Lis, y Astrid, la
humilde viuda de un herrero, no pueden imaginar que la catástrofe no
solo cambiará sus vidas para siempre, sino que, sin quererlo, les hará
dueños de secretos que nunca hubieran querido tener que guardar.
El viaje hacia un reino de leyenda. Tras
el desastre, y alentado por una profecía, el rey decide emprender con
su pueblo un peligroso viaje hasta tierras del sur. Una gran caravana
se pone en marcha. La esperanza, el miedo y la ambición viajan con
ellos.
La búsqueda de un padre. A Bertrand solo le
queda su hijo, y su única preocupación es cuidarle, pero un hecho
inesperado cambia el rumbo de sus vidas. Así, quien era solo un hombre
bueno y sencillo, se convertirá en protagonista de una aventura épica,
impulsada por el profundo amor a su hijo y su deseo de volver a reunirse
con él.
No sé cómo empezar esta reseña. Estoy dándole miles de vueltas porque no sé cómo plasmar cuando he disfrutado con esta novela, que para mí, hasta ahora, ha sido la sorpresa del año. No conocía a su autor, pero ya tengo bien fijado en mi memoria su nombre para buscar todos los libros anteriores que ha escrito.
Una de las dificultades a la hora de definir esta novela está en su género. Sí, de primeras, lo más fácil resulta encuadrarla dentro del género fantástico. Pero no sólo es una novela fantástica. Aquí no hay magia, ni dragones, ni orcos... Ambientando la novela en un medievo fantástico, el autor consigue plasmarlo de un modo muy real, de un modo muy cercano, que lo hace absolutamente creíble. Incluso se nota mucha labor de documentación a la hora de plasmar las diferentes sociedades que van apareciendo a lo largo de la novela. Y también a la hora de tratar el tema de la carpintería, profesión de Bertrand, el protagonista. Sin cansar, sin abusar de exceso de datos, introduciéndolo todo perfectamente en la trama. Sin que sobre ni falte nada.
Otro de los grandes aciertos de esta novela son sus personajes. Sí, se les puede acusar de maniqueísmo. Los hay muy buenos y los hay muy malos. Pero cuando están bien definidos, bien trazados y cuando es lo que la historia necesita, esto no importa. Y aunque a tenor de la sinopsis, podríamos pensar que los grandes protagonistas son Bertrand y su hijo, para mí, las grandes protagonistas han sido todas y cada una de las mujeres que han ido apareciendo a lo largo de la novela, incluida la esposa de Bertrand, que, aunque no aparece, está presente en casi toda la historia. Aunque si tuviera que elegir, sin duda me quedo con Astrid, por todo lo que ha sufrido desde el maldito terremoto, por todas las difíciles decisiones que tiene que tomar, por el cariño y la protección que ofrece a todos, pese a todos sus problemas. Por el crecimiento que tiene desde su primera aparición hasta llegar al final.
Otra de las cosas que más me ha sorprendido es que no le tiembla la mano al autor a la hora de cargarse a los personajes. Y personajes a los que se les coge cariño, advierto. Porque a estos personajes, o los quieres o los odias. Pero indiferente no deja ninguno. Así que resulta imposible no mantener la tensión en cada página, temiendo por el destino de cada uno de los protagonistas de esta gran novela.
En definitiva, una novela de matrícula de honor, en la que el autor logra plasmar lo mejor y lo peor de la naturaleza humana: la generosidad y la avaricia, el amor y el odio, la entrega y el egoísmo... Una novela que va a estar, por méritos propios, entre mis mejores lecturas del año.
Esta semana la empiezo con un libro que lleva ya unos cuantos años esperando en la estantería, el pobre...
Octubre de 1917. La revolución bolchevique alumbra un nuevo orden en
Rusia. Antes de ser forzada al exilio, la derrocada emperatriz Alejandra
Feodorovna confiará a sus más fieles la custodia de un fabuloso tesoro:
una auténtica fortuna cuya pieza más codiciada es la Estrella de
Samarcanda, la joya más valiosa que nadie haya poseído jamás.
Casi veinte años después, Charles Waugham —veterano de la Gran Guerra y
borracho en tiempos de paz— languidece en París sin mayor aspiración que
la de combatir sin tregua su sobriedad antes que reconocer su fracaso
como escritor. El azar le brindará la ocasión de romper amarras con su
mediocre existencia, involucrándolo en la caza de los legendarios
diamantes rusos por los que compiten los servicios secretos alemanes y
soviéticos. Una peligrosa partida que lo llevará hasta Estambul tras un
rocambolesco viaje a bordo del mítico Orient Express. El bueno de
Charlie, sin saberlo ni pretenderlo, conseguirá retorcer los imbricados
hilos de la historia con la sola arma de su candidez.
Todo el bien y todo el mal Care Santos Destino, 2018
Reina tiene un marido, un exmarido, un amante, un hijo adolescente,
un buen sueldo y un trabajo que le apasiona y al que se dedica en cuerpo
y alma. A Reina le gusta su vida. Aparentemente lo tiene todo, o por lo
menos eso piensa ella. Hasta que, durante uno de sus viajes de trabajo,
de repente sucede algo en su casa que cambiará las cosas, y que le
demostrará de la peor manera hasta qué punto es vulnerable.
Así es como empieza para Reina un largo camino de regreso a casa, en
el que lo peor que tendrá que afrontar no es la extenuante espera en un
aeropuerto cerrado por una ola de frío siberiano, sino el vértigo que le
provoca revisar su vida en busca de la verdad y tener que enfrentarse a
ciertas preguntas incómodas: ¿Cuáles son las personas de verdad
imprescindibles en nuestra vida? ¿Qué consecuencias tienen las malas
decisiones? ¿Qué seríamos capaces de hacer en las circunstancias más
terribles? ¿Conocemos realmente a nuestros hijos? ¿Nos conocemos lo
suficiente a nosotros mismos?
Sinceramente, andaba un poco despistada cuando empecé esta novela. No terminaba de cogerle el punto. Quizás porque Reina, la absoluta protagonista de esta novela, no me estaba cayendo demasiado bien. Una persona que lo tiene todo, pero no valora nada. Que no aprecia a las personas que tiene a su lado, que parece no importarle nada ni nadie y le da igual el daño que puede hacerles...
Quizás porque son varias las tramas que tiene esta novela, todas en torno a Reina, a la que vamos conociendo poco a poco en continuos flashbacks, mientras está esperando coger un avión que, oportunamente, no puede salir. Así, va recordando ella todos los momentos que le han llevado hasta allí, hasta esa situación en la que está ahora. Recordando todas las buenas y malas decisiones que ha tomado en su vida, intentando saber qué ha hecho mal para tener que enfrentarse al terrible momento que tiene que afrontar ahora con su hijo, intentando recordar un pasado que creía olvidado pero que puede explicar mucho lo que está sucediéndole ahora...
Y así vamos conociendo a Reina. Así va desnudando su alma. Y así vamos comprendiéndola mejor. Y se vuelve más humana, más cercana, menos fría, menos poderosa... Con todos sus puntos débiles al descubierto.
Otros personajes que destacan en esta novela son su exmarido, Félix, que me ha resultado odioso pero no puedo explicar el por qué, para no soltar ningún spoiler grave, y Samuel, su actual esposo, que me ha caído muchísimo mejor, aunque me parece que aún tenemos que descubrir muchas más cosas de él.
Pero si hay un personaje que le hace la competencia a Reina es, sin duda, Ulf Everink. Un personaje que, al principio, resulta imposible que te caiga bien. Un personaje que logra desconcertar a la propia Reina. Pero luego, cuando vamos conociéndolo, cuando empieza a contar su vida, logra conquistarnos por completo. Y nos resulta imposible no querer no sumarnos a su causa.
Y así, poco a poco, me fui enganchando a esta novela, queriendo saber más de la historia de Reina, de sus parejas, de su hijo, de Ulf Everink. Seguir conociendo su pasado, pero sobre todo, queriendo conocer el futuro que le depara a cada uno de estos personajes. Pero nos va a tocar esperar un poco más para saberlo. ¡Deseando estoy que se publique la continuación! Es el único pero que puedo ponerle al final a esta novela. Que cuando andas ya totalmente metida en la novela, cuando ya estás completamente rendida a la historia y a cada uno de sus personajes, toca esperar para saber cómo continúa.
En cuanto a pelis, he visto la última de Vengadores, que me ha encantado. Ofrece lo que promete. Acción, humor, drama y muchos efectos especiales.
También he visto, por fin, Spotlight. Una buena película, con buenas interpretaciones, bien ejecutada, pero a la que le ha faltado, para mi gusto, algo más de emoción, un mayor desarrollo de sus personajes. Pero la parte de investigación está realizada de forma impecable. Y las conversaciones con las víctimas sí que te sacuden.
En cuanto a series, me he pegado mi maratón con Juego de tronos. El final... Me gusta cómo termina, pero creo que algunos personajes se merecían otra muerte. Y hasta aquí digo para no soltar ningún spoiler.
Serie a la que me he enganchado ahora es a The good doctor. Me esperaba un dramón estilo House, pero esta serie tiene un tono más optimista. Y aunque resulta a veces un tanto repetitiva, me está gustando.
Pepita Jiménez es una de las novelas más interesantes de la segunda mitad del siglo XIX, en la que la disposición de la fábula y el lenguaje alcanzan cotas de suma belleza, merced a su peculiar técnica. En la presente edición se analiza la polémica que suscitó en el momento de su publicación, así como el ideario estilístico de Juan Valera.