La chica de Kyushu
Seicho Matsumoto
Traducción de Marina Bornas
Libros del Asteroide, 2017
Kiriko Yanagida, una joven humilde, viaja desde la isla de Kyushu a Tokio para solicitar la ayuda del famoso abogado Kinzo Otsuka. Su hermano ha sido acusado de asesinato pero Kiriko está convencida de que es inocente: ella cree que la única manera que tiene de librarle de la pena de muerte es lograr que Otsuka, el mejor penalista del país, se encargue de su defensa. Pero cuando este decide no aceptar el caso, pone en marcha una serie de sucesos que tendrán consecuencias imprevisibles.
La chica de Kyushu, como toda buena novela negra, no es solo una novela de misterio, sino que intenta también describir y cuestionar la sociedad en la que está ambientada; Matsumoto se ocupa en este caso de las dificultades que tienen las personas con menos recursos para conseguir un juicio justo.
Me ha sorprendido mucho esta novela. Una novela sobre el poder, la venganza, la injusticia... Una novela en la que hay mucha crítica a la sociedad. Una sociedad que está perdiendo los valores que siempre le han caracterizado. Y es que, como se suele decir, poderoso caballero es Don Dinero... Una novela que insiste mucho en la desigualdad ante el sistema judicial. Porque un buen abogado no está al alcance de todos. Y Kiriko no va a poder pagar un buen abogado para su hermano. Kinzo Otzuka, el mejor abogado del país rechaza su caso simplemente por no tener bastante dinero para pagarle. Por eso, y porque tiene prisas por reunirse con su amante... Es increíble el desarrollo psicológico de estos dos personajes a lo largo del libro. Son tan distintos ambos al principio y al final de la novela. Kiriko, una joven inocente y honrada pasa a convertirse en una joven resentida y vengativa. Y Otsuka no puede evitar los remordimientos cuando se entera de la sentencia del hermano de Kiriko. Y más cuando empiece a sufrir las consecuencias de haber tomado esa decisión...
No me extraña nada que Seicho Matsumoto esté considerado el maestro de la novela negra japonesa. Ésta es una novela imprescindible del género, que recomiendo sin lugar a dudas.
Cumbres borrascosas
Emily Brontë
Traducción de Juan González-Blanco de Luaces
Austral, 2015
El caso de la escritora inglesa Emily Brontë es verdaderamente excepcional dentro de la literatura. Falleció muy joven, dejando tan sólo una novela, Cumbres borrascosas, la épica historia de Catherine y Heathcliff, situada en los sombríos y desolados páramos de Yorkshire, constituye una asombrosa visión metafísica del destino, la obsesión, la pasión y la venganza. Publicada por primera vez en 1847, un año antes de morir su autora, esta obra rompía por completo con los cánones del «decoro» que la Inglaterra victoriana exigía a toda novela.
Esta obra es una larga y extraordinaria descripción de los actos y problemas psicológicos de unos seres locos o perversos que arrastran una existencia mísera y maléfica. Con ellos, su autora nos ofrece una visión de estos personajes que actúan demoníacamente por aridez protestante que se diluye en todas y en cada una de sus páginas.
Me apetecía releer este clásico. Y como hacía ya muchos años que lo había leído, no recordaba muchos de los detalles de su historia. Y la he disfrutado incluso más que la primera vez. Es increíble como este amor tóxico entre Heathcliff y Catherine es tan adictivo. Dos grandes personajes, que no caen nada bien, pero tienen tanta fuerza que te dejas arrastrar por ellos. Bueno, la verdad es que en este libro lo difícil es encontrar un personaje que te caiga bien... Pero son Heathcliff y Catherine los dos auténticos protagonistas, en especial el primero. Heathcliff, huraño, hosco, amargado, vengativo, hasta el último momento. Y Catherine, una joven malcriada y caprichosa... Tal para cual, vamos.
Y soberbia la forma de narrar de la autora, que sabe plasmar una atmósfera pesada, asfixiante, oscura, que acompaña a toda la historia y que hace que te metas de lleno en ella y no puedas soltarla hasta llegar al final.
Ana la de Tejas Verdes
L.M. Montgomery
Traducción por Elena Casares
Toromítico, 2013
Cuando en lugar del chico huérfano que pretendían adoptar, Ana Shirley, una niña pelirroja de once años, aparece en las vidas de Marilla y Matthew Cuthbert, dos hermanos solteros que viven en su casa familiar de Tejas Verdes, en el pequeño pueblo de Avonlea, sus vidas y las de cuantos la rodean cambiarán para siempre. Con su vivacidad, risas y lágrimas, y sobre todo su alegría e imaginación, Ana conseguirá formar parte, por primera vez en su vida, de una familia, y tener un lugar al que podrá llamar hogar para siempre.
De esas veces que vas leyendo el libro y te preguntas constantemente por qué no lo has leído antes. No me imaginaba en ningún momento que iba a disfrutar tanto con esta historia y que me iba a encariñar tanto con todos los personajes. De esas historias que vas leyendo con una sonrisa en la cara en todo momento. Y con algunas lágrimas al final, lo reconozco. Imposible no querer a Ana, aunque a veces quieras mandarla callar. Imposible no querer a Matthew, que habla poco. O más bien habla cuando tiene que hacerlo. O la rígida Marilla, que sucumbe a los encantos de Ana, aunque no quiera o no sea capaz de demostrarlo como sí lo hace su hermano. Imposible no querer a la amiga del alma de Ana, Diana Barry. E incluso a su rival en el colegio, Gilbert Blythe. Aunque se ve venir que esta rivalidad va a llevar a algo más...
En definitiva, una historia maravillosa. Estoy deseando leer la segunda parte. Y la tercera... Y la cuarta...