Tras el Libro I, El Pozo de las Luciérnagas, llega el desenlace de la bilogía «Donde mueren los dragones de Jade» con el Libro II, La sanadora del emperador.
Los
invasores mongoles avanzan de manera inexorable hacia Lin'an, la
capital del Imperio. Cualquier resistencia o pacto que ponga fin al
conflicto se torna una quimera. Entre tanto, ante Akame se abre un nuevo
horizonte después de los terribles acontecimientos que ha vivido: tiene
un nuevo clan donde se siente valorada, ha encontrado el amor
predestinado y su fama de sanadora crece gracias a sus logros, de tal
modo que es requerida en la corte para formar parte del grupo de médicos
imperiales. Sin embargo, es consciente de que toda recompensa lleva
implícita una renuncia, una elección, un sacrificio. Ahora, mientras el
Imperio se desmorona ante sus ojos, tiene que tomar la decisión más
difícil de su vida: huir con la corte hacia territorios fieles a la
dinastía o quedarse junto al hombre al que ama, algo que pone a prueba
su honor como médico imperial y su lealtad como mujer. Pero los retos no
terminan, pues sale a la luz un oscuro secreto del pasado que le
exigirá reunir todo el valor que le queda y, de ese modo, descubrir su
verdadera identidad y cuáles son sus orígenes.
Mas la
guerra dirá la última palabra. Tras cuatro años de persecución
implacable a la corte, Kublai Kan ordena a todas sus fuerzas navales y
unidades terrestres desplegadas en el sur que se dirijan a la isla de
Yaishan. Allí se lleva a cabo una de las más cruentas contiendas que
decidide la suerte de la dinastía Song del Sur y de los leales a su
causa.
La batalla final ha comenzado.
Esta bilogía, Donde mueren los dragones de jade, formada por El pozo de las luciérnagas y La sanadora del emperador, va a estar entre mis mejores lecturas del año. Resulta imposible terminar el primer libro y no lanzarte a por el segundo para saber cómo continua la historia. Y no sólo por la historia en sí, sino también por la maravillosa forma de contar que tiene la autora, por su magnífica ambientación y por sus grandes personajes.
Narrada en primera persona por la propia protagonista, la dama Akame, llegamos a conocer a este personaje totalmente. Y a través de sus ojos, al resto de personajes, que no son pocos. Y la conocemos, a través de sus recuerdos, desde sus años de infancia, cuando disfrutaba aprendiendo en la farmacia de su padre, deseando no abandonar nunca ese sitio en el que tan feliz era.
Magnífica la ambientación a lo largo de ambas novelas. La autora ha sabido plasmar el exotismo de esa cultura tan diferente a la nuestra. Sus ritos, sus costumbres, sus dioses... Y sobre todo, ha sabido captar y transmitir a la perfección la dura vida de la mujer china, quien no tenía derecho a elegir nada, perteneciera a la clase social que perteneciera. Desde pequeñas les vendaban los pies, les marcaban su futuro decidiendo sus esposos, sin contar con ellas para nada. Pasaban de una familia a otra sin que su opinión tuviera algún valor. Y cuando pasan a la otra familia, además de obedecer al marido, también tienen que obedecer a la suegra o a la primera mujer de su marido, según el caso. Y una vez casada, su única obsesión debía ser darle un hijo varón a su marido. Así se medía el éxito o el fracaso de una mujer. Pero Akame no se resigna a esto. Ella tiene más sueños. Ella quiere trabajar en lo que le gusta, dedicarse a la medicina, que es para lo se ha preparado durante toda su vida. Y luchará por conseguirlo. Aunque siempre respetando las costumbres, en la medida de lo posible. Ella es una mujer inteligente, luchadora, que no se rendirá en ningún momento, pese a todos los obstáculos que va a encontrar en su camino. Un camino por el que le vamos a acompañar, viéndola caerse, pero siempre levantarse. Imposible no querer a un personaje como Akame.
Son dos novelas absolutamente maravillosas. Si en la primera se centra más en la vida de Akame y en introducirnos en las costumbres y en la forma de vida de esa época, en la segunda predomina la acción, con esa guerra que amenaza la vida de nuestros protagonistas y que nos va a mantener en tensión durante todo el tiempo. Y con grandes descubrimientos sobre el pasado de Akame. Es increíble como la autora es capaz de abarcar tanto con absoluta maestría e imponiendo un ritmo que no decae en ningún momento y que nos lleva a leer página tras página sin apenas darnos cuenta.
De verdad que me cuesta plasmar todo lo que disfrutado con estas novelas. Me quedo muy corta con esta reseña. Y es que esta bilogía tiene de todo. Amor, amistad, traiciones, lucha, tensión... Y encima con una prosa rica, fluida, que te atrapa y no te suelta. Recomendable, no. ¡Recomendabilísima!