Capítulo III:
Aparece en este capítulo Sansón Carrasco, a quien Sancho busca para que le cuente a él y a don Quijote sobre lo que cuenta ese libro que se ha publicado sobre sus aventuras. No se fía nuestro caballero:
...desconsolóle pensar que su autor era moro, según aquel nombre de Cide; y de los moros no se podía esperar verdad alguna, porque todos son embelecadores, falsarios y quimeristas.Sansón Carrasco le cuenta todo lo que quiere saber sobre la novela y el éxito que está teniendo:
-Es tan verdad, señor -dijo Sansón-, que tengo para mí que el día de hoy están impresos más de doce mil libros de la tal historia; si no, dígalo Portugal, Barcelona y Valencia, donde se han impreso; y aun hay fama que se está imprimiendo en Amberes, y a mí se me trasluce que no ha de haber nación ni lengua donde no se traduzga.Y descubre don Quijote que no solo se habla de sus hazañas, sino también de los palos que se ha llevado. No le hace mucha gracia esto. Y en boca de Sansón pone Cervantes una acertada reflexión:
-También pudieran callarlos por equidad -dijo don Quijote-, pues las acciones que ni mudan ni alteran la verdad de la historia no hay para qué escribirlas, si han de redundar en menosprecio del señor de la historia. A fee que no fue tan piadoso Eneas como Virgilio le pinta, ni tan prudente Ulises como le describe Homero.Curioso es que Sansón también habla de los defectos que a la novela le ve la gente. Uno de ellos son las historias intercaladas que no tienen nada que ver con trama principal, como es el caso de El curioso impertinente. Parece que Cervantes hace caso a sus lectores, porque en esta segunda parte estas historias van a brillar por su ausencia.
-Así es -replicó Sansón-, pero uno es escribir como poeta y otro como historiador: el poeta puede contar, o cantar las cosas, no como fueron, sino como debían ser; y el historiador las ha de escribir, no como debían ser, sino como fueron, sin añadir ni quitar a la verdad cosa alguna.
Capítulo IV:
Sansón Carrasco satisface su curiosidad en este capítulo y por fin se entera de quién robó el rucio de Sancho y también qué hizo éste con los escudos que se encontró:
-Yo los gasté en pro de mi persona y de la de mi mujer, y de mis hijos, y ellos han sido causa de que mi mujer lleve en paciencia los caminos y carreras que he andado sirviendo a mi señor don Quijote; que si, al cabo de tanto tiempo, volviera sin blanca y sin el jumento a mi casa, negra ventura me esperaba; y si hay más que saber de mí, aquí estoy, que responderé al mismo rey en presona, y nadie tiene para qué meterse en si truje o no truje, si gasté o no gasté; que si los palos que me dieron en estos viajes se hubieran de pagar a dinero, aunque no se tasaran sino a cuatro maravedís cada uno, en otros cien escudos no había para pagarme la mitad; y cada uno meta la mano en su pecho, y no se ponga a juzgar lo blanco por negro y lo negro por blanco; que cada uno es como Dios le hizo, y aun peor muchas veces.Don Quijote preguntó si habría una segunda parte de la novela.
-Sí promete -respondió Sansón-, pero dice que no ha hallado ni sabe quién la tiene, y así, estamos en duda si saldrá o no; y así por esto como porque algunos dicen: "Nunca segundas partes fueron buenas", y otros: "De las cosas de don Quijote bastan las escritas", se duda que no ha de haber segunda parte; aunque algunos que son más joviales que saturninos dicen: "Vengan más quijotadas: embista don Quijote y hable Sancho Panza, y sea lo que fuere, que con eso nos contentamos".Buena es la respuesta que da Sancho:
-Y ¿a qué se atiene el autor?
-A que -respondió Sansón-, en hallando que halle la historia, que él va buscando con extraordinarias diligencias, la dará luego a la estampa, llevado más del interés que de darla se le sigue que de otra alabanza alguna.
-¿Al dinero y al interés mira el autor? Maravilla será que acierte, porque no hará sino harbar, harbar, como sastre en vísperas de pascuas, y las obras que se hacen apriesa nunca se acaban con la perfeción que requieren.Y es el propio Sancho quien anima al caballero a salir en busca de aventuras:
Atienda ese señor moro, o lo que es, a mirar lo que hace; que yo y mi señor le daremos tanto ripio a la mano en materia de aventuras y de sucesos diferentes, que pueda componer no sólo segunda parte, sino ciento. Debe de pensar el buen hombre, sin duda, que nos dormimos aquí en las pajas; pues ténganos el pie al herrar, y verá del que cosqueamos. Lo que yo sé decir es que si mi señor tomase mi consejo, ya habíamos de estar en esas campañas deshaciendo agravios y enderezando tuertos, como es uso y costumbre de los buenos andantes caballeros.Y termina este capítulo con nuestro caballero decidido a hacer una nueva salida.
Foto: http://www.islavision.icrt.cu/index.php?option=com_content&view=article&id=5920:un-testimonio-esplendente&catid=19&Itemid=112
Me puse unos objetivos muy ambiciosos para este año con El Quijote, porque aunque al principio parecía que leer 7 capítulos mensuales iba a ser fácil, resulta que sólo llevo 2...
ResponderEliminarBesos.
¡Ains, Margari! ¡Y yo que no me animo con "El Quijote"! Es que no me llama nada la atención ... ¿Lo estás disfrutando?
ResponderEliminarbsos!
Me encantaria volver a leerlo pero me falta fuerza de voluntad.. un besito!
ResponderEliminarLo sigo teniendo pendiente y no le llega el momentos, ains
ResponderEliminarUn beso
¡Pues a seguir disfrutando de la lectura! Un besote :)
ResponderEliminarNunca lo he terminado, a demás de por ser tan famoso he leído capítulos por aquí y por allá. El análisis que haces es interesante porque se puede ver desde otra perspectiva más clara.
ResponderEliminarUn besote!
Acabo de leer el capítulo 5 y es un poquito raro, no sé si Cervantes con él quiere expresar algo que desconozco: Es como un capítulo apócrifo... Cuando llegues estaré atenta a lo que de él comentas
ResponderEliminarBesotes!
Espero que lo estés disfrutando!
ResponderEliminarUn beso!
Esta semana no paran de hablar de Cervantes y de sus huesos!! :P
ResponderEliminar(Bravo por esta sección! :))
Un beso
ay las aventuras que pasan los dos....a veces me pregunto si de tanto leer no acabaremos igual
ResponderEliminarbesitos
Seguimos con las aventuras de estos dos. A ver qué les pasa en esta segunda parte. Besos.
ResponderEliminarYo sigo sin animarme, pero tarde o temprano lo leeré, sería un pecado no acercarse a él. Jeje, besos.
ResponderEliminarEres una campeona: me está entrando remordimiento de no leerlo... Voy a tener que ponerme con esta segunda parte obligatoriamente! 1beso!
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