"No me refiero a los escritores visibles, los que tienen nombre y títulos de sobra para que les reconozcan. No, yo hablo de los otros, los que me cruzo en bares, en funerarias y en oficinas del paro. Los que tienen la mesa de su despacho llena de manuscritos furtivos. Esos que nunca saben qué responder cuando alguien les pregunta a qué se dedican.
No hay semana en que no los encuentre, y en esas felices ocasiones nada me parece tan emocionante como ir a hacer fotocopias o a comprar cien gramos de mortadela. Sé que, en el sitio más inesperado, puedo acabar aconsejando nombres de autores rusos o sicilianos, escuchar agudas críticas sobre la obra de Faulkner o intercambiar endecasílabos escritos en pedazos de servilletas, y el saberlo me hace caminar con más desenvoltura y menos peso sobre los hombros. En esos días el mundo es, después de todo, un lugar imprevisible, y yo, un poco menos culpable de no ser lo que parezco o de no parecer lo que siempre he sido.
Porque yo, ésa es la verdad, no siempre he querido escribir. De pequeña soñaba más bien con los aviones o el trapecio. En la adolescencia me incliné por el violín. Luego vinieron el ecologismo, los anticuarios, la restauración y la artesanía. La literatura fue en todo este tiempo un pequeño vicio del que muy pocos llegaron a saber, una especie de latir continuo que según la época y mi grado de estabilidad emocional podía manifestarse con más o menos evidencia pero que nada tenía de especial o destacable. Cualquiera de mis múltiples vocaciones resultaba, después de todo, mucho más excitante que aquella.
Al final me acostumbré a ocultarlo y hasta le cogí el gusto al anonimato. He sido escritora de incógnito en todos los escenarios posibles, y he de confesar que disfruto como una niña de mi doble o triple (en ocasiones cuádruple) identidad. A veces lo he usado como una artimaña para parecer interesante, pero al poco me acabo cansando, o se cansan los demás, lo cual es mucho más humillante. Por eso, igual que otros se desesperan por no poder ser reconocidos, yo siento a veces una pena tremenda imaginando el día en que alguien me reconozca.
Tan sólo cuando me cruzo con uno de ellos, de los otros, mudo sin querer la sonrisa y una absurda felicidad me recorre desde la punta de los pies hasta la raíz del pelo. Es en esos momentos cuando constato con alivio que no soy yo la única infiltrada."
Con tantas buenas sorpresas como me he llevado este año con el género del relato, cuando fuí una de las ganadoras del concurso que organizó Traspiés, entre mis libros elegidos no podía faltar uno donde pudiera disfrutar de nuevo con este género. Observando su catálogo, Monstruos cotidianos me llamó muchísimo la atención incluso sin saber que pertenecía a este género. Ya ese título me sugería muchas cosas. Así que fue uno de los libros que más claros tuve desde el principio que quería leer.
Y acerté por completo. Porque he vuelto a disfrutar y mucho. Cristina Gálvez ha logrado cautivarme con una prosa sencilla, simple, ausente de adornos, elegante... Con esa magnífica prosa logra plasmar momentos de nuestra realidad, escenas que podrían estar pasándonos a nosotros mismos o al lado nuestra... Tan naturales, tan reales, que es imposible no meterte de lleno en cada una de sus historias: problemas de pareja, problemas de comunicación, de adaptación... Problemas tan comunes en la vida diaria y en los que hay en más de una ocasión un monstruo encubierto. Y de estos monstruos nos habla la autora. Sus personajes son tan cercanos, tan reales, que es imposible no verlos, que es imposible no creer que conocemos a más de uno de ellos. Personajes que tendrán que enfrentarse a la resignación, a la rutina, a la dureza del día a día, a la decepción, a la escasez de talento, a la falta de futuro, al temor de que el amor un día desaparezca.... Terribles monstruos cotidianos en nuestras vidas.
Y podría parecer que con esta temática, el tono de estos relatos sería sombrío. Pero ocurre todo lo contrario. El humor y la ironía están presente a lo largo de casi todo el relato. Es ligero, dinámico, fresco... Porque estos temas también pueden abordarse sin caer en el pesimismo. Y Cristina Gálvez lo logra a la perfección. Y de este modo logra captar nuestra atención y hacer que leamos relato tras relato sin apenas darnos cuenta. Al menos es lo que a mí me ocurrió.
En definitiva, un libro de relatos muy recomendable si os gusta el género y una autora a la que acabo de descubrir y a la que voy a estar muy pendiente a partir de ahora.
Disfruto mucho los relatos y este libro lo tendré muy en cuenta, claro que sí.
ResponderEliminarBesos,
Pues me encanta tu reseña pero el mundo de los relatos es desconocido para mí... No sé si provar... Tengo tantas lecturas pendientes!!!
ResponderEliminarUn beso
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMe ha gustado esos primeros párrafos que has escogido. Se siente como tú dices, una prosa sencilla pero para mi también reflexiva.
ResponderEliminarSaludos
David
observandocine.com
Me cuesta el g´´enero de relatos, no s´´e porqu´´e, pero s´´i es verdad que, por el fragmento que has puesto, parece una obra que llama la atenci´´on.
ResponderEliminarBesotes
A mí también me cuesta empezar libros de relatos, tengo pendientes algunos y al final los voy dejando, así que de momento, lo voy a dejar a pasar. Besos
ResponderEliminarNo conocía ni el libro ni la autora. Por ahora no lo apunto que no soy yo mucho de relatos, pero investigaré la obra de la autora a ver si hay algo que me llame la atención :-)
ResponderEliminarBesos y buen finde!
Pues yo también me voy aficionando poco a poco a los relatos así que lo tendré en cuenta.
ResponderEliminarBesos
Los relatos no son lo mío aunque ultimamente me estoy aficionando a ellos, son libros con los que disfruto así que tendré que cambiar de opinión, este tiene muy buena pinta
ResponderEliminarbesos
No me gusta especialmente este género,pero quizá adentrarme en él con un libro de relatos sería genial.
ResponderEliminarMe lo apunto. Gran reseña.
Saludos
La verdad es que no soy muy lectora de relatos, ¡Me cuestan un trabajo! Así que creo que prescindiré de él.
ResponderEliminarLa verdad es que no soy muy lectora de relatos, ¡Me cuestan un trabajo! Así que creo que prescindiré de él.
ResponderEliminarMira que no soy de libros de relatos, pero este año ha caído más de uno!! =)
ResponderEliminarLa verdad es que tiene buena pinta... lo poco que he leído de esta editorial, hasta ahora, me ha encantado =)
Besotes
Estoy totalmente de acuerdo contigo, fue el último libro que leí en julio antes de irme de vacaciones, tengo la reseña programada para el viernes que viene. Me alegro de que hayas disfrutado tanto de la lectura, no me extraña, es un gran libro que recomiendo a todos los amantes de los relatos. Muchos besos.
ResponderEliminarNo sabía nada de este libro. En mi caso, soy gran aficionada a los relatos, así que lo tendré en cuenta.
ResponderEliminarUn beso.
Soy poco de leer relatos pero últimamente están cayendo muchas antologías en mi estantería y les estoy cogiendo el gustillo. Me apunto este que tiene buena pinta.
ResponderEliminarUn besitooo.
No soy muy asidua a los relatos, aunque no sé muy bien por qué.
ResponderEliminarPero tiene buena pinta, si.
Un beso!
¡Me has dejado con ganas de empezar a leerlo! jaja.
ResponderEliminarMe gusta la temática y me ha enganchado la introducción que has puesto al principio así que me lo apunto en mi lista infinita.
Besicos!!
Hace poco que me reconcilié con el género de los relatos, antes se me quedaban cortos. Podría darle una oportunidad a este libro si se me cruza en el camino.
ResponderEliminarUn beso shakiano!!
Me ha encantado tu reseña, así que lo apunto. Un beso.
ResponderEliminarNo leo muchos relatos pero con esta reseña es obvio que lo apunto. Besos
ResponderEliminar¡Cómo me gusta ver libros de relatos en tu estantería! Me apunto este ahora mismo en mi libreta. Me ha encantado lo que has escogido del libro. Y lo que dices de él.
ResponderEliminar¡Muchas gracias y un besazo, Margari!
Una de las cosas que a mí también me ha traído el blog es descubrir el género relato, que lo tenía dejado de lado y he podido disfrutar en unas cuantas ocasiones.
ResponderEliminarBesos
Ya sabes que me gustan los relatos y me ha gustado mucho lo que cuentas de este libro, así que me lo apunto sin dudar, besos
ResponderEliminarVaya, qué buena pinta, no lo había visto, me alegro de q2ue lo hayas disfrutado. Un besote!!
ResponderEliminarPues hace tiempo que no me meto con los relatos y es un género que siempre he disfrutado mucho.
ResponderEliminarApuntado queda.
Besos
No lo conocía pero lo apunto que me gustan los relatos. Pintan de maravilla y veo que los has disfrutado mucho.
ResponderEliminarBesos
Tengo algún que otro libro de relatos atrasado y siendo Traspiés es calidad,, calidad.
ResponderEliminar¡Muchos besos!
Me alegra haberos anímado a unos pocos. Si os gusta el relato, seguro que este libro lo vais a disfrutar. Y si aún no le habéis dato una oportunidad a este género, es un buen libro para hacerlo.
ResponderEliminar¡Gracias a tod@s por comentar!
Besotes!!!
La prosa que has colocado denota un acto de sinceridad pero también de engaño, esa mezcla que se esconden detrás de la literatura, me ha parecido interesante, no soy proclive a leer noveles pero de vez en cuando rompo mis propias reglas, me gusta un poco guiarme por la curiosidad cuando hay algo a tener presente, quizás lo lea. Un beso.
ResponderEliminarEstoy alejado de los relatos, seguramente retomaré el género con "Relatos impíos" que gané en el blog de Carmen. Esta colección se ve muy interesante.
ResponderEliminarMargari, gracias por esta reseña sobre un libro de relatos, una autora poco conocida.El relato es un género poco apreciado en nuestro país, aunque hay buenos cuentistas.
ResponderEliminarTomo nota de este título. Mil gracias.
abrazos al por mayor
Mario, estoy aficionándome a leer autores noveles, que siempre hay que dar una oportunidad, pero nunca me olvido de los grandes autores, de nuestros clásicos que nuncca nos fallan. Me alegra haberte dejado con un poco de curiosidad.
ResponderEliminarPablo, pues estaré pendiente de tu reseña, que a mí los relatos me encantan. Y ya ese título me llama mucho.
L.P., cierto, hemos tenido buenos cuentistas en este país. Y parece que hay mucha gente que está manteniendo muy vivo este género y con bastante calidad. Muy buenos libros de relatos hay actualmente. Gracias a ti por pasar y comentar. Y me alegra haberte animado con este libro.
Besotes!!!
Los relatos no suelen ser una lectura que me llame mucho la atención. Sin embargo, tras leer tu reseña, mi determinación ha flaqueado. Me ha gustado mucho la cita que has elegido, me ha intrigado.
ResponderEliminarSi me encuentro Monstruos cotidianos no descarto su lectura.
Besitos.