La muerte de Iván Ilich
Lev Tolstoi
Traductor: Juan López-Morillas
Alianza, 2016
Lev Tolstoi es uno de los escritores señeros de la historia no sólo por novelas como Guerra y paz, Anna Karénina o Resurrección, sino que también fue un maestro en el ámbito de la novela corta, reflejo asimismo de su incesante reflexión acerca de la naturaleza del hombre, de sus contradicciones, de su pugna constante consigo mismo y con la naturaleza a lo largo de su existencia. Inspirado en un incidente cotidiano y real, La muerte de Iván Ilich incide con vigor en la pavorosa y tardía toma de conciencia de una vida inerte y vivida de forma insatisfactoria.
Iván Ilich es un funcionario ruso que ha llevado una vida totalmente "perfecta". Ha logrado todos los objetivos que su familia quiso para él cuando era un niño. Ha conseguido un alto puesto en la administración zarista; también ha conseguido un buen matrimonio y formar una familia también "perfecta"; y formar parte de la clase alta de su sociedad...
Pero cuando su vida parece llegar a su fin, no puede evitar pensar: ¿Ha merecido todo esto la pena? ¿Ha vivido una vida plena? Y su angustia y desazón es evidente al darse cuenta de que no. De que ni siquiera está contento con su matrimonio. Sólo su hijo menor parece estar a su lado los últimos días de su vida. Y sus compañeros solo ven en su muerte la oportunidad para aspirar a un mejor puesto. Sólo al final de su vida se da cuenta Ilich de que no ha llevado la vida que quería. Que no eligió el camino adecuado. Que tanta lucha por alcanzar la perfección le ha llevado a terminar sus días sólo. Solo la presencia de su hijo le reconforta un poco. Y comprende que hubiera sido mejor tomar otro camino en su vida. Un camino marcado más por valores como la amistad, el amor, la honestidad, la integridad... Que ha sacrificado mucho para nada. Que ni siquiera tiene a su familia a su lado. Que ni siquiera tiene amigos... Pero ya es tarde.
Se le ocurrió ahora que lo que antes le parecía de todo punto imposible, a saber, que no había vivido su vida como la debía haber vivido, podía en fin de cuentas ser verdad. Se le ocurrió que sus. tentativas casi imperceptibles de bregar contra lo que la gente de alta posición social consideraba bueno -tentativas casi imperceptibles que había rechazado inmediatamente hubieran podido ser genuinas y las otras falsas. y que su carrera oficial, junto con su estilo de vida, su familia, sus intereses sociales y oficiales... todo eso podía haber sido fraudulento. Trataba de defender todo ello ante su conciencia. Y de pronto se dio cuenta de la debilidad de lo que defendía. No había nada que defender.
Y le angustia, haberse dado cuenta tan tarde. Cuando ya no tiene remedio. Y le angustia la propia muerte. Porque nunca se está preparado cuando ésta llega. Porque cuesta trabajo aceptar que ya se acaba todo. Que la vida sigue para otros cuando uno ya no está. Que todo lo que hemos hecho, todo lo que hemos luchado, ya no vale...
La muerte de Iván Ilich de Lev Tolstoi es una relato que no deja indiferente. Que sacude, que nos afecta, que se sufre... Y Tolstoi acierta con el tono que impregna a la historia. No cae en el dramatismo, no se recrea en el dolor, en la angustia. Lo cuenta todo con sencillez, a veces hasta con frialdad, de forma sobria, elegante... También en este sentido hay que alabar el trabajo de su traductor, Juan López-Morillas, quien me parece que hace un trabajo impecable. Aunque mis conocimientos de ruso son nulos... Como también tengo que alabar las ilustraciones de Mariano Henestrosa, que acompañan muy bien a la trama. Una auténtica joya este relato y magnífica la cuidada edición que ha sacado Alianza.
Él oyó estas palabras y las repitió en su alma. "Éste es el fin de la muerte -se dijo-. La muerte ya no existe."