La dependienta
Sayaka Murata
Trad: Marina Burnas
Duomo, 2019
Keiko Furukura tiene 36 años y está soltera. De hecho, nunca ha tenido pareja. Desde que abandonó a su tradicional familia para mudarse a Tokio, trabaja a tiempo parcial como dependienta de una konbini, un supermercado japonés abierto las 24 horas del día. Siempre ha sentido que no encajaba en la sociedad, pero en la tienda ha encontrado un mundo predecible, gobernado por un manual que dicta a los trabajadores cómo actuar y qué decir. Ha conseguido lograr esa normalidad que la sociedad le reclama: todos quieren ver a Keiko formar un hogar, seguir un camino convencional que la convierta, a sus ojos, en una adulta.
Con esta visión hilarante de las expectativas de la sociedad hacia las mujeres solteras, Sayaka Murata se ha consagrado como la nueva voz de la literatura japonesa.
La dependienta es una breve y sencilla novela que refleja, a través de la vida de Keiko Furukura, la mentalidad del pueblo japonés. Una mentalidad machista, lo que me ha sorprendido y no sé por qué. Pensaba que este país había evolucionado un poco más. Pero parece ser que no. Una mentalidad que tampoco difiere mucho de la nuestra. Que todavía aquí parece que tenemos que justificar por qué no nos casamos o por qué no tenemos hijos.
Así, vemos como Keiko es juzgada por todos y como ella, en cierto momento, va a intentar hacer lo que se espera de ella. O al menos aparentarlo. Y si Keiko, con su sencillez y su inocencia, con un comportamiento que, a veces, nos puede hacer pensar que tenga síndrome de Asperger, se va ganando nuestro cariño, no lo hará su "pareja", que más que un rebelde del sistema es el típico caradura que quiere vivir a costa de todo el mundo.
Hay mucha crítica en esta novela. A esos convencionalismos que nos atan; a esas personas que, con sus opiniones, pretenden condicionar la vida de los demás; a esa falta de libertad para poder decidir qué vida llevar. Sí, es una novela sencilla, pero, cuando la terminas, te das cuenta de que encierra mucho en sus pocas páginas. Y tiene un personaje, Keiko, con el que no nos vamos a reír a carcajadas, pero sí va a arrancar nuestra sonrisa en algún momento y se va a ganar nuestro aplauso al llegar al final.
A mí me pasó lo mismo, no pensaba que el pueblo japonés fuera tan machista. El "novio" es un tipo caradura no, lo siguiente... Menos mal que Keiko, aunque algo rara, es entrañable.
ResponderEliminarBesos
Yo lo he pasado bien lo cierto es que mucho mejor de lo que esperaba. ¿Te imaginas ir al super y reverencia por aquí reverencia por allá? Esta claro que esta historia no nos la podemos traer a casa, la cultura es totalmente diferente.
ResponderEliminarUn beso
¡Ya la tengoooooo! Me pongo con ella en cero coma 🤗
ResponderEliminarBesitos cielo 💋💋💋
Me llama esta lectura, mucho! Voy a tener que hacerme con un ejemplar. Me llama la cultura nipona, aunque es tan diferente, pero tiene algo que produce seducción.
ResponderEliminarSeguro que me cabreo con el muchacho pero lo demás pinta mejor después de otras reseñas que la ponían como algo más tibio, que le falta chicha. Es el típico libro que no busco pero si encuentro me lo llevo.
ResponderEliminarBesos
Hola! En estos momentos no me apetece una lectura así pero de todas formas me lo voy a anotar por si en un futuro me animo a darle una oportunidad.
ResponderEliminarBesos!
La literatura japonesa no me va mucho, pero esta vez sí que estoy leyendo reseñas y me llama la atención ^^
ResponderEliminar¡Hola! Creo que es la tercera vez que veo este libro durante esta semana y aún tengo mis dudas con él. Un besote :)
ResponderEliminarYo no acabo de animarme, quizás por que no soy muy de literatura japonesa y ahora mismo no quiero salir de mi zona de confort, pero veo que en lineas generales os ha gustado bastante.
ResponderEliminarUn beso
No me sorprende nada lo del machismo de los japoneses. Yo creo que hay veces en que idealizamos determinadas culturas sin profundizar en ellas. Veo muy buenas opiniones de la novela, y por supuesto tu reseña invita a leerla. Bss
ResponderEliminarConcha Yunta
Me llama mucho la novela de la que he leído varias reseñas y todas buenas. Besinos.
ResponderEliminarEstoy viendo mucho este libro últimamente y la verdad que por una parte me llama la atención y por otra no termino de animarme. De momento con tu reseña has conseguido que Keiko me caiga bien, así que añado esta novela a mi lista de pendientes.
ResponderEliminarBesos
Me gustan las novelas que en pocas páginas encierran muchas cosas.
ResponderEliminarYo no la he leído pero mi novio si y le ha gustado también. Yo le terminaré dando una oportunidad. Besos
ResponderEliminarNo es un libro que me llame suficientemente la atención.
ResponderEliminarEstos temas me gustan. La sociedad japonesa me atrae mucho. Apuntado queda. Un beso.
ResponderEliminarLa leeré tarde o temprano, la literatura japonesa me gusta mucho y esta novela tiene un algo que pinta más profundo detrás de esa aparente sencillez.
ResponderEliminar¡Besote!
¡Hola! Excelente reseña :). La verdad que muchas veces no pensamos que en otros sitios, en determinados aspectos, están igual de mal o peor que nosotros. Yo me quedé a cuadros con la novela de "El corazón del bambú", que narra el viaje de una española a japón tras el terremoto de Fukushima en busca de su novio, y ver cómo es la mentalidad. Eso de que en una catástrofe de esa magnitud nadie ayude a nadie me quedó... No sé, desilusionado.
ResponderEliminarLa verdad que tiene una pintaza, así que tarde o temprano acabaré leyéndola :)
¡Gracias!
Un beso desde Atardeceres bajo un árbol.
Coincido plenamente contigo, una pequeña gran novela
ResponderEliminarBesos
¡Hola! ^^
ResponderEliminarNo soy fan de la literatura asiática en general, y de la japonesa en particular. He probado con muchos libros y no he podido terminarlos, porque no conecto ni con el estilo, ni con la historia, ni con los personajes. Y me imagino que me pasaría lo mismo con este.
Besos!
No me atrae esta novela. La literatura japonesa y yo estamos un tanto peleados. La última novela que leí de autores japoneses fue La piscina, de Yoko Ogawa, y se me hizo interminable, a pesar de que era una novela corta. Besos.
ResponderEliminarA pesar de vuestras buenas opiniones yo sigo sin verme con esta lectura.
ResponderEliminarBesos.
Tomo nota, me parece muy sugerente.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bueno, es la quinta reseña que leo hoy de este xD
ResponderEliminarLo dicho en las demás, no me vuelve loca así de entrada, pero si me cruzo con él tampoco le diré que no =)
Besotes
Como he comentado por ahí, la literatura oriental y yo no nos llevamos muy bien pero creo que este libro me podría reconciliar. Besos
ResponderEliminarParticipé en el sorteo de Laky pero no tuve suerte jeje. Yo también creía que Japón había evolucinado más, me llevo una sorpresa en ese aspecto. Me gustan las historias sencillas que tienen un poso importante así que no la descarto.
ResponderEliminarUn besin
Disfruté mucho de "Sayonara, Mio", por decirte la última lectura nipona que leí, y en general me llama mucho la atención la literatura oriental. Sí, es una cultura bastante machista, todavía hoy. Como bien has dicho, igual que la nuestra. Y aun así son otro mundo, algunas cosas tan distintas a las nuestras, que sus historias y sus personajes me dan mucha curiosidad. Este que traes suena muy bien, no me importaría leerlo.
ResponderEliminarUn beso ;)
¡Hola!
ResponderEliminarJusto he leído hace poco una reseña de La dependiente, y coincidís, así que lo tengo bien apuntadito para ponerme con él en cuanto pueda. Me interesa mucho el tema de la presión social que, como dices, no solo ocurre en Japón, al final aquí es más de lo mismo aunque no sean tan directos.
Parece que si no sigues el camino "normal" estás fallando.
¡Un saludo!
Uf, què va, aunque me llama la atención la ambientación, es demasiado de personajes para mí.
ResponderEliminar