El alfabeto de los pájaros de Nuria Barrios

- ¿No puedes tener hijos aquí? -la niña presionó ligeramente con el dedo índice el vientre de su madre.
- No.
Una palabra. Sonido. Aire. Movimiento. ¿Cómo puede hacer daño algo tan leve? Nix frunció el ceño.
- ¿Nunca?
- Nunca
¿Cómo puede contener todo el tiempo una palabra tan breve?

El alfabeto de los pájaros cuenta la historia de Nix, una niña de seis años que nació en China y es adoptada. Una historia similar a la de mi pequeña, así que no podía resistirme y dejar pasar este libro. Nix quiere a sus padres, quiere a su hermana pequeña. Pero a pesar de todo, son muchas las dudas que tiene. Saber que ha sido abandonada es algo que le duele mucho, y que no puede superar. Tiene preguntas y más preguntas. Y para cada pregunta, la madre como respuesta le cuenta un cuento. Unos cuentos maravillosos, perfectamente escritos, casi poéticos. 

Temía que la niña se refugiara en la fantasía para evitar la verdad. (...) Pero creía en el poder de la imaginación para librar a la niña del cepo de lo sucedido. Para darle alas en lugar de cortárselas. Para evitar que ese sufrimiento condenase el resto de sus días.

  

Y a pesar de todo, no ha terminado de convencerme. Pero creo que ha sido fallo mío. Que me he acercado a esta obra con el propósito de que me enseñe algo más sobre la adopción. Pero en esta novela la adopción se convierte en un pretexto para demostrar el dominio del lenguaje de la autora. Y si bien domina el lenguaje, hay otras muchos aspectos que no controla. Los personajes no están bien dibujados. No son creíbles. Asusta esa niña que con seis años se hace preguntas que más bien se haría una adolescente, con rabietas, pataletas y contestaciones más propias de una niña en edad de rebeldía que de una niña pequeña. 

Los recuerdos son más antiguos que las palabras. Su cuerpo guardaba el primer sonido de la vida, el recuerdo del inicio. En él se encontraba lo que ella creía ahogado en el olvido.

Los cuentos de la madre, en su gran mayoría, no tienen el efecto deseado sobre Nix. Y es que más que ayudarle a comprender mejor su origen, lo que le causa es más confusión. Y es que, imágenes como un dragón que no quería y que intentaba por todos los medios que Nix no se fuera de China, no son quizás de las más acertadas. Da la impresión de estar quitando... Y en el proceso de adopción ni se da ni se quita. Sólo hay un encuentro, un poco más tardío, de unos padres y su hijo/a. Hay una leyenda china que explica mejor esto. El Hilo Rojo es una leyenda anónima de origen chino, que dice que entre dos personas que están destinadas a tener un lazo afectivo existe un hilo rojo, que viene con ellas desde su nacimiento.

Un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias. El hilo se puede estirar o contraer, pero nunca romper.

Otra aspecto que no me ha gustado es la casi ausencia de la figura paterna. Es mencionada casi de pasada. No tiene importancia ninguna en la historia. Sólo para decir que cree que su mujer se equivoca, que está llenándole de pájaros la cabeza a su hija. Y sólo con ese fragmento, ya me siento más identificada con él que con la madre. Pero no me parece lógico que una figura tan importante como es un padre esté casi ausente. 

Pero es mi visión de esta novela. Quizás porque es una historia que me toca. Eso no me impide ver que es una obra muy bien escrita, con una mezcla de mundo real y ficticio muy conseguida. Cuentos donde la magia está presente y sueños donde un armario cobra vida y se convierte en toda una aventura para la pequeña. Una aventura que le llevará a una respuesta para sus preguntas. Aunque me quedo con la duda de si la niña es capaz de comprenderla. 

La barriga sólo era el lugar donde todo había comenzado. La felicidad estaba fuera. (...) Entonces recordó lo que el pájaro le había repetido una y otra vez en el Canal: "No hagas tu nido en el frío".