Félix García Hernán
Editorial Alrevés, 2025
Tras la promulgación del Decreto Republicano XXVIII del año 2032, el
mundo tal como lo conocemos se desmorona. Internet, las redes móviles y
los GPS han desaparecido, dejando a la sociedad en un estado de
aislamiento controlado. La tecnología ha sido prohibida, y la sociedad
se divide entre ciudadanos privilegiados y siervos relegados a las
cuadrículas. La noche del 1 de enero de 2036, Yolanda, una joven
trabajadora atrapada en este sistema opresivo, desaparece
misteriosamente tras la hora de toque. Su hermana Lola pedirá ayuda a
Raúl Olaya, un funcionario policial con un pasado comprometedor que
emprenderá una búsqueda desesperada que lo llevará al corazón oscuro del
poder. Pero en un mundo gobernado por el miedo, donde el pasado acecha
y los secretos pueden destruirlo todo, encontrar a Yolanda significa
mucho más que devolverla a casa: es desafiar a un sistema que no
perdona. Con una ambientación que remueve conciencias, Tiempos de barro
es un thriller frenético que reflexiona sobre el control social, la
tiranía, la vulnerabilidad humana y la lucha por la identidad en un
mundo hostil. La adictiva prosa de Félix García Hernán, sello
característico de su estilo narrativo, crea una atmósfera inquietante
que invita al lector a cuestionar las dinámicas de poder en la sociedad
contemporánea.
Tengo que confesar que tenía un poco de miedo con esta novela. Había disfrutado mucho con los anteriores libros del autor, pero al atreverse éste a salir de su zona de confort y crear una distopía... Me producía recelo, la verdad. Sobre todo porque es un género con el que no suelo sentirme cómoda. Pero el miedo desapareció tal y como empecé a leer esta historia y lo sustituyó el ansia por seguir leyendo.
Y es que esta historia engancha desde el minuto uno. Y disfrutamos y sufrimos con ella página tras página. Y es que no nos resulta nada difícil imaginarnos ese mundo que recrea Félix. No nos cuesta nada creer que puede llegar a ser muy real. Un mundo en el que Internet deja de funcionar. Un régimen dictatorial que tiene esclavizado a sus ciudadanos, a los que clasifica como ciudadanos de primera o de segunda. Con toques de queda, detenciones por las situaciones más injustas... Un mundo en el que la vida humana carece de valor y los que están arriba se creen con todo el poder para hacer lo que quieran con ella... Y lo malo es que se lo creen y lo tienen... Da miedo este mundo.
Y si la ambientación está perfecta, no lo está menos la historia que el autor nos cuenta, contada con un ritmo de vértigo que no da respiro y que nos mantiene en tensión en todo momento, sufriendo con los protagonistas, porque no sabemos sin van a ser capaces, en esta ocasión, de resolver el difícil caso que se les presenta y si van a ser capaces de salir con vida. Con el corazón en un puño he estado durante toda la lectura y sin ser capaz de soltar el libro también. Una novela de diez, que va a estar entre mis mejores lecturas del año.