Cementerio de animales
Stephen King
Trad: Ana María de la Fuente Suárez
DeBolsillo, 2004
Church estaba allí otra vez, como Louis Creed temía y deseaba. Porque su hijita Ellie le había encomendado que cuidara del gato, y Church había muerto atropellado. Louis lo había comprobado: el gato estaba muerto, incluso lo había enterrado más allá del cementerio de animales. Sin embargo, Chruch había regresado, y sus ojos eran más crueles y perversos que antes. Pero volvía a estar allí y Ellie no lo lamentaría.Louis Creed sí lo lamentaría. Porque más allá del cementerio de animales, más allá de la valla de troncos que nadie se atrevía a traspasar, más allá de los cuarenta y cinco escalones, el maligno poder del antiguo cementerio indio le reclamaba con macabra avidez...
Cementerio de animales es uno de los libros de King que menos me apetecía. Porque creía que iba a pasar mucho miedo. Y yo de valiente tengo poco. Pero parece que este año me ha dado fuerte por el autor y hasta con este libro me he atrevido. Y me ha sorprendido porque no he pasado tanto miedo. Lo que sí he sentido es angustia, mucha angustia. Sí, algún susto que otro, pero lo que más he sentido en este libro es angustia, dolor, sufrimiento...
King ha vuelto a demostrarme que es todo un maestro a la hora de perfilar sus personajes, que crea con mucho mimo. Aquí se vuelca en la primera parte de la novela en hacer que conozcamos bien a toda la familia Creed. Hasta puede que nos resulte un poco aburrido, porque nos presenta a cada miembro de la familia, con todo lujo de detalles, sobre todo, psicológicamente. Y esto hace que lo sintamos todo muy real, muy cercano. Y conocemos los miedos de cada uno de ellos, sus problemas, el pasado que arrastran y que parece perseguirles. Y cómo cada uno se enfrenta a la idea de la muerte. Cómo un niño se enfrenta a la muerte por primera vez, cómo la entiende, el impacto que le produce saber que la vida también tiene un final. Y el duelo, el dolor que supone para los adultos esa ausencia...
En la segunda parte de la novela, todo cambia. El ritmo crece de un modo frenético. Se han acabado las presentaciones. Viene la acción. Y crece la angustia, la tensión... Seguimos a Louis Creed, el cabeza de familia y somos testigos directos de todas sus decisiones, de todos sus actos. ¿Se está volviendo loco o hay algo que se está apoderando de él? Y sufrimos mucho, porque sabemos que no hay maldad en sus actos. Sólo dolor, sólo sufrimiento, sólo el deseo de recuperar esa felicidad perdida, sólo el deseo de querer lo mejor para su familia.
El desenlace ya es vertiginoso. Es un no poder parar de leer hasta llegar al final, que te deja sin respiración y con la piel de gallina. Y sin uñas. La evolución de todos los personajes es brutal y no puedes evitar sufrir con cada uno de ellos. La tensión va aumentando página tras página y no puedes soltar el libro. La atmósfera es ya absolutamente inquietante, tenebrosa, terrorífica. Y lo sientes.
Cementerio de animales entra por méritos propios dentro de la lista de mis novelas favoritas de King. Sí, hay terror en sus páginas, aunque vuelvo a recalcar que creo que no es para tanto ( o será que con los años soy menos cobarde). Pero es una historia que habla, sobre todo, de pérdidas, de dolor ante la ausencia de las personas que más amas, de la aceptación de la muerte, de los peligros del hombre cuando quiere jugar a ser dios... Una obra maestra.