Erasmo —un excéntrico profesor jubilado, entusiasta de la literatura de
los Siglos de Oro— convence a su ex alumna Pilar para que emprendan una
aventura en apariencia desquiciada: encontrar el manuscrito del Quijote
cervantino. Para ello habrán de seguir un relato donde se narran las
vicisitudes de un tal Miguel de Cervantes, el robo de su novela sobre un
hidalgo de La Mancha y la intervención en el asunto de otro escritor
llamado Lope de Vega.
Pero lo que parecía ser una apacible indagación entre bibliotecas y
bibliófilos pronto se convertirá en una peligrosa aventura de final
imprevisible. Alguien más se halla sobre la pista del manuscrito, y
parece dispuesto a todo para conseguirlo.
Una auténtica sorpresa ha sido este libro. Y es que, al mismo tiempo que me atraía, que todo lo que se ambienta en los Siglos de Oro me resulta tentador, le tenía miedo al ser el propio Cervantes uno de los principales protagonistas. Y el número de páginas tampoco animaba cada vez que lo veía en la estantería, que un poquito gordito sí que es. Pero al final he disfrutado tanto con este libro, que se me ha hecho tremendamente corto y he sentido muchísima pena al tener que despedirme de Cervantes, de Gonzalo, de Erasmo, de Pilar...
Y es que esta novela destaca por unas personajes muy sólidos, muy bien construídos, a los que es imposible no tomar cariño. Ningún personaje está por encima de otro, todos están trabajados al mismo nivel, con el mismo mimo, lo que hace que simpaticemos con todos, sin dejar a ninguno de lado.
Destaca la labor de documentación realizada por los autores. Buenísima. Además, tienen la virtud de plasmarla en papel sin cansar, sin aburrir en ningún momento.
La estructura del libro es brillante. Alternando dos tramas, una estructura que está siendo muy usada últimamente, alterna dos tiempos muy lejanos entre sí. Y aunque en un primer momento pensemos que va a ser la trama de los Siglos de Oro la que va a captar toda nuestra atención, no es así. Estamos enganchadas a ambas tramas por igual. Las aventuras y peripecias que tienen que pasar unos y otros han hecho que durante su lectura haya estado pegada a las páginas del libro. Aunque sepa el final, al menos en la trama que tiene como protagonistas a Cervantes y Gonzalo. En su búsqueda del manuscrito del Quijote, lo importante no es que lo encuentre. Lo importante es todo lo que ambos tienen que pasar para lograrlo. Toda la historia que hay detrás. Esa enemistad entre Cervantes y Lope, que se convierte en el eje central de esta trama. Ayuda mucho que nos metamos de lleno en esta historia el hecho de que esté escrita por el propio Gonzalo. Nuestra lectura de su manuscrito va a la par que la lectura de Erasmo y Pilar. Parecemos un tercer personaje, un tercer compañero que está ayudando a la resolución del caso. Parecemos un partícipe más en esta historia. Destaca mucho en esta parte el lenguaje empleado, imitando a la perfección el lenguaje más elaborado de los Siglos de Oro. Pero esto no dificulta para nada su lectura. Al revés, la hace más creíble y nos mete más aún en la historia. Y nos hace disfrutar completamente de este paseo por el Madrid de la época.
La trama actual, como ya he dicho antes, mantiene también el interés. Las aventuras y desventuras de Pilar y Erasmo cuando no están leyendo el manuscrito son continuas. No paran quietos. Su afán por descubrir el manuscrito les lleva incluso a poner su vida en peligro. El ritmo en esta parte no decae en ningún momento.
Creo que queda claro que he disfrutado mucho con este libro. Es una novela adictiva, ligera, fresca, divertida. Que capta nuestra atención desde las primeras páginas y hace que busquemos cualquier huequito, cualquier momento libre para poder continuar y ver cómo concluye todo. Aunque cuando llegas a la última página del libro, nos da auténtica pena abandonar a sus personajes.