La rastreadora de Antonio Lagares

La mente es un laberinto sin salida para cualquier elemento perturbador que intente profanarla. Para Élyran, la rastreadora no lo es. Ella consigue extraer de lo más profundo lo que nunca queremos recordar… Todo lo que tratamos de ocultar a nuestra conciencia.

Élyran tiene una nueva misión: rastrear la mente de Miguel, un vagabundo que permanece aferrado a estar siempre cerca de una iglesia ¿Lo logrará?

Muchas son las reseñas que he leído de este libro y he podido observar  que, guste o no guste, no deja indiferente. Así que me sentía muy tentada por él y esto hizo que cuando el autor me ofreció su obra no pudiera decirle que no. 

Y a pesar de todas las reseñas leídas, tengo que admitir que esta novela ha conseguido sorprenderme. Es una historia que puede dar para muchas lecturas. Es un thriller psicológico que juega constantemente con el lector. Nos hace pensar en una página una cosa y en la siguiente otra. Somos testigos pasivos del enfrentamiento, de las discusiones dialécticas entre Elyran y Miguel y luego entre el propio Miguel y Graus, el Ajustador principal.  Y es que toda esta historia gira en torno a Miguel y su pasado, sobre todo, a un trágico episodio de su infancia: la muerte de su hermano. Una muerte en la que parece que pudo hacer algo para salvarlo pero... Y esa muerte condicionará toda su vida posterior. Una vida marcada por el odio, la envidia, los celos, la violencia... Es toda una vida luchando por esconder, por soterrar su sentimiento de culpa. Es toda una vida basada en la mentira, en el engaño... Hasta que aparece primero Elyran y luego Graus, quienes desentierran todo ese pasado que él había tratado de esconder. ¿Quiénes son? ¿Vigilantes? ¿Su conciencia? ¿Fruto de su locura? Aquí el autor es donde juega con nosotros, y si en una página creemos una cosa, en la siguiente creemos otra. Y nos sorprende con un final totalmente inesperado, que pone todas las piezas en su sitio. 

Lo mejor de este libro son sus discusiones, que están todas muy trabajadas y donde nos deja grandes reflexiones. Todas tienen una fuerza brutal, ya sea por la conducta de Miguel, que siempre, cuando parece vencido, parece resurgir aún más fuerte; ya sea por su lenguaje, grosero y soez. Y consigue a través de estas discusiones crear un ambiente angustioso, agobiante, asfixiante... que logra transmitir mucha inquietud al lector.

Me ha gustado esta novela por ese modo original de plantear esa eterna lucha entre el bien y el mal. Porque eso es lo que se produce en la mente de Miguel. Porque eso es lo que busca la rastreadora, que el bien se imponga al mal. Que recupere esa conciencia que le convierta de nuevo en un ser humano. ¿Lo logrará? Tendréis que leer el libro para saberlo. Si os gustan este tipo de libros donde la acción no abunda, donde lo importante son los diálogos, no lo dejéis pasar.