Leemos el Quijote... Capítulos XL

Y seguimos en este capítulo con la historia del cautivo. Ninguna interrupción se produce en la narración de esta historia. En ningún momento aparece ni don Quijote, ni Sancho, ni el cura... Ya se les echa de menos.

Vamos conociendo la historia del cautivo y de la bella Zoraida, ahora María.  Cómo urden el plan para escapar, cómo se conocen y confía la joven mora desde el primer momento en el cautivo, por el simple hecho de ser cristiano.  Y es que plasma bien Cervantes la rivalidad existente en esa época entre moros y cristianos.

Se vuelve a introducir Cervantes en la novela como un personaje más.

Sólo libró bien con él un soldado español, llamado tal de Saavedra, el cual, con haber hecho cosas que quedarán en la memoria de aquellas gentes por muchos años, y todas por alcanzar libertad, jamás le dio palo, ni se lo mandó dar, ni le dijo mala palabra; y, por la menor cosa de muchas que hizo, temíamos todos que había de ser empalado, y así lo temió él más de una vez; y si no fuera porque el tiempo no da lugar, yo dijera ahora algo de lo que este soldado hizo, que fuera parte para entreteneros y admiraros harto mejor que con el cuento de mi historia.

Y habrá que esperar al próximo capítulo para saber cómo termina esta historia.