Culpa mía no fue: delirio insano
me enajenó la mente acalorada.
Necesitaba víctimas mi mano
que inmolar a mi de desesperada,
y al verlos en mitad de mi camino
presa les hice allí de mi locura.
¡No fui yo, vive Dios! ¡Fue su destino!
Sabían mi destreza y mi ventura.
Oh! Arrebatado el corazón me siento
por vértigo infernal..., mi alma perdida
va cruzando el desierto de la vida
cual hoja seca que arrebata el viento.
Dudo..., temo..., vacilo..., en mi cabeza
siento arder un volcán..., muevo la planta
sin voluntad, y humilla mi grandeza
un no sé qué de grande que me espanta.
...
¡Jamás mi orgullo concibió que hubiere
nada más que el valor...! Que se aniquila
el alma con el cuerpo cuando muere
creí..., mas hoy mi corazón vacila.
¡Jamás creí en fantasmas...! ¡Desvaríos!
Mas del fantasma aquel, pese a mi aliento,
los pies de piedra caminando siento
por doquiera que voy, tras de los míos.
¡ Oh! Y me trae a este sitio irresistible
misterioso poder...
me enajenó la mente acalorada.
Necesitaba víctimas mi mano
que inmolar a mi de desesperada,
y al verlos en mitad de mi camino
presa les hice allí de mi locura.
¡No fui yo, vive Dios! ¡Fue su destino!
Sabían mi destreza y mi ventura.
Oh! Arrebatado el corazón me siento
por vértigo infernal..., mi alma perdida
va cruzando el desierto de la vida
cual hoja seca que arrebata el viento.
Dudo..., temo..., vacilo..., en mi cabeza
siento arder un volcán..., muevo la planta
sin voluntad, y humilla mi grandeza
un no sé qué de grande que me espanta.
...
¡Jamás mi orgullo concibió que hubiere
nada más que el valor...! Que se aniquila
el alma con el cuerpo cuando muere
creí..., mas hoy mi corazón vacila.
¡Jamás creí en fantasmas...! ¡Desvaríos!
Mas del fantasma aquel, pese a mi aliento,
los pies de piedra caminando siento
por doquiera que voy, tras de los míos.
¡ Oh! Y me trae a este sitio irresistible
misterioso poder...
Una obra de teatro que he visto en múltiples versiones ( incluso una cómica), pero pero que nunca he leído. Ahorsa que me la traes a la cabeza, espero animarme un día de estos. Besinos.
ResponderEliminarNunca he leído la obra ni la he visto representar. Es eso que siempre has oído hablar de ello pero en realidad no lo conoces bien.
ResponderEliminarBesos
No es de mis favoritas pero me gusta bastante. Un besote :)
ResponderEliminarTuve la oportunidad de ver la obra representada en un teatro de mi ciudad, lo evoco con simpatía, gracias por traerme este recuerdo a trevés de este fragmento. Un saludo.
ResponderEliminarNo la he leído nunca ni tampoco he visto ninguna representación
ResponderEliminarBesos
Es una buena obra. Y para los días que estamos viviendo queda genial.
ResponderEliminarUn abrazo,
Noa
No leí el libro pero disfruté con su representación teatral.
ResponderEliminarBesitos
No he leído esta obra y tampoco la he visto representada. Tengo curiosidad por la versión cómica que menciona Mar en su comentario.
ResponderEliminarBesos!
Hola! Ni la he leído, ni la he visto pero es una tarea pendiente que espero cumplir. Muchas gracias por compartir el fragmento :)
ResponderEliminarBesos!
Magníficos siempre los versos de D. Juan Tenorio.
ResponderEliminarAbrazos!!
No la he leído y tampoco es algo que tenga pensado, pero la he visto representada en dos ocasiones y es magnífica.
ResponderEliminarBesos.
Hace años en un paseo por el centro de Sevilla unos actores estaban interpretando parte de la obra, a parte de eso ni la he leido ni visto en el teatro, un beso
ResponderEliminarUno de mis favoritos, lo que me gusta verlo por aquí
ResponderEliminarBesos
Oye esto es nuevo lo de los fragmentos...Una muy buena entrada.Felicitaciones.
ResponderEliminarUn gran clásico. Lo leí hace mucho.
ResponderEliminarCuando estaba en el cole, en EGB, fui la prota en dos obras de teatro: El Tenorio y Don Álvaro o la fuerza del sino. Todavía me acuerdo de fragmentos de la obra, pero justo de este que has puesto, no.
ResponderEliminarBesitos