El gran rojoBenito Olmo
AdN Alianza de Novelas, 2021
Mascarell es el tipo al que recurres cuando no te queda otra salida.
Acostumbrado a moverse por el barrio rojo, las narcosalas y algunos de
los tugurios más apestosos de Frankfurt, su fama de resolutivo le ha
proporcionado una sólida reputación como detective de casos perdidos.
Sin embargo, un mal día se verá obligado a hacer frente a un encargo más
extraño de lo habitual y demasiado bien remunerado para ser legal.
Su
camino se cruzará con el de Ayla, una adolescente empeñada en averiguar
la verdad tras la muerte de su hermano y en esclarecer los turbios
asuntos en los que se vio envuelto antes de morir.
La
investigación los llevará a rondar algunos de los lugares menos
recomendables de la ciudad y los colocará en el punto de mira del Gran
Rojo, la organización que habita a la sombra de los rascacielos y que no
tiene piedad con quien se inmiscuye en sus negocios.
Voy a confesar que empecé este libro un poco disgustada. Pensaba que iba a reencontrarme con Bianquetti, el protagonista de sus anteriores novelas y que iba a recorrer nuevamente tierras gaditanas... Pero no. Benito Olmo ha decidido en esta ocasión sorprendernos con un nuevo personaje y encima se nos va a Alemania.
Pero pronto mi disgusto fue desapareciendo. En pocas páginas, el autor logró que casi me olvidara de sus anteriores novelas y me sumergiera por completo en esta. Consigue plasmar a la perfección el Frankfurt en el que se desarrolla la historia y logra que nos sintamos en ella. Y nos hace pasear por ese Barrio Rojo que, con el de Ámsterdam , sólo comparte el nombre. En este, la miseria y la droga campan a sus anchas, junto con la delincuencia.
Y nos regala, además, dos grandes personajes. Por un lado, tenemos al detective Mascarell, un gaditano que no termina de adaptarse a la vida en Frankfurt. Pero ahí sigue, porque tiene motivos para quedarse. Un personaje al que la vida no le ha tratado bien. Perdió una pierna en un accidente de tráfico y, con ella perdió la posibilidad de acceder al cuerpo policial. Y su carácter amargado y arisco desde ese momento le hizo perder también a su mujer. En fin, está claro que la fortuna no le acompaña. Y trabajo como detective tampoco le sobra.
Por otro lado, tenemos a Ayla, una adolescente que tiene muchas responsabilidades encima. Su hermano, Sarim, acaba de fallecer. Así que está ella sola para cuidar de su padre, que padece alzhéimer, y para llevar dinero a su casa. ¿Y cómo lo hace? Pues de la única manera que sabe, trapicheando con droga. Pero al mismo tiempo se empeñará en descubrir la verdad tras la muerte de su hermano. Ayla, como Mascarell, es una auténtica superviviente.
Con capítulos intercalados, protagonizados por uno y otro personaje, la acción discurre de forma rápida y amena y el libro se lee en un suspiro. Hay momentos de mucha tensión en los que vamos a preocuparnos mucho por el futuro de nuestros protagonistas. Una tensión que luego el autor sabe rebajar con pequeñas dosis de humor negro.
En definitiva, Benito Olmo nos ha regalado una vez más una novela negra que contiene todos los elementos clásicos del género y nos vuelve a demostrar que sabe combinarlos a la perfección. Y lo hace de tal manera que parece fácil, sencillo, lo que tiene incluso más mérito. Porque no es fácil ni sencillo escribir una novela tan redonda como ésta, a la que no le sobra ni le falta absolutamente nada y que te mantiene en vilo desde la primera hasta la última página.
Este libro participa en la iniciativa:
Apartado: Una novela de un
escritor/a alemán o que la acción transcurra en Alemania.