Biblio-Cine-Club: Clásicos en Halloween. Primera semana (Semana del 8 al 14 de octubre) “Jugando con la muerte”

Comienza el Biblio-Cine-Club con la primera prueba dividida en tres partes:

Parte A

¿Sabes algo del origen de la festividad de Halloween? Bien, cuéntanoslo. Puedes buscar información por internet.

Parte B

Resuelve el crucigrama con los nombres de estos malvados del terror. El crucigrama es muy sencillo, así que si puedes evitarlo no recurras al todopoderoso Google, le quitaría gracia a la prueba. Nosotros proponemos los nombres de estos 14 malvados del cine de terror, y nos tienes que decir de que película se han escapado.

IMPORTANTE: EL RESULTADO NO DEBES PUBLICARLO EN TU BLOG, HASTA QUE TERMINE LA LECTURA CONJUNTA. PUEDES ENVIARNOSLO AL CORREO DEL BLOG PONIENDO EN EL ASUNTO “BIBLIO-CINE-CLUB-CRUCIGRAMA”.

Parte C

Cuéntanos una pesadilla o fobia e ilústrala con una imagen que puedes buscar en Internet.

Parte A

Pues para no hacer la entrada muy larga, os dejo este enlace, donde podéis encontrar mucha información sobre los orígenes y la celebración de esta fiesta. 

Parte B

El crucigrama lo tengo ya listo, pero no puedo contar nada... ¡Y no me ha hecho falta el google! Que tengo en casa a un fan de todas estas películas...

Parte C

Pues fobias tengo y no sólo una. No puedo estar en un espacio cerrado, por ejemplo. Necesito una ventanita o una puerta abierta, un agujerito por donde entre y salga aire.

Y pesadillas... Últimamente no recuerdo mis sueños. Pero de chiquitita sí que los recordaba. Y aún hoy me vienen a la memoria dos sueñecitos que me impedían tener una noche tranquila.

Uno de ellos ocurría en un día de excursión con los compis del cole. Tendría yo unos nueve años y ahí estábamos todos disfrutando de un maravilloso día de campo. Jugábamos a los juegos típicos en esos momentos: al cordel, al elástico, a la pelota... Hasta que de repente empezamos a ver como se acercaban unas personas increíblemente altas, andando de forma muy rígida y muy lentamente. A medida que se acercaban pudimos comprobar que no eran personas, eran espantapájaros, con hoces en las manos dispuestos a matarnos. Afortunadamente, había uno de ellos (cosas de los sueños) que no compartía esos instintos asesinos e hizo todo lo posible por ponernos a salvo. Nos subió a una camioneta que surgió de repente. Y ahí estaba yo entre las últimas para subir cuando noté que algo me agarraba el tobillo y me impedía subir y... "¡PAPAAAÁ!" Sí, ahí me desperté con ese grito que tanto nos ayudaba cuando éramos chiquititos... Y ahí venía mi papi, el pobre, a tranquilizarme y a quedarse conmigo hasta que me volvía a quedar dormida.

El otro sueño quizás explica un poco mi aversión a los zombies. Transcurría en un día de colegio, en aquellos tiempos  en los que aún había clases por la tarde. Regresaba a mi casa junto a mi amiga, que siempre merendábamos juntas, en su casa o en la mía, y luego hacíamos la tarea. Íbamos andando cuando algo nos alertó: un silencio absoluto. No se escuchaba nada. No veíamos a nadie... Ni un coche, ni una moto, ninguna persona andando... Y de repente, empezaron a surgir... Los zombies... Y se dirigían hacia nosotros. Salimos corriendo hasta llegar a mi casa. Pero cuando llegamos, me encontré sola. Que no pregunte nadie donde estaba mi amiga, porque se esfumó (que muy lógicos no suelen ser los sueños). En mi casa no encontré a nadie, no estaban mis padres ni mi hermano. Sólo descubrí un horrible zombie que merodeaba por los dormitorios. No se dio cuenta de mi presencia así que me escondí en el único sitio que podía: encogidita tras el sofá. Pero el zombie fue acercándose. Su nauseabundo olor cada vez estaba más cerca. El corazón se me aceleró aún más cuando empecé a distinguir su sombra dirigiéndose a mi escondite... "¡PAPAAAÁ!"