El silencio de tu nombre de Andrés Pérez Domínguez

Enero de 1950. Gerardo Santamaría, político del Partido Comunista, exiliado y condenado a muerte por el gobierno de Franco, regresa a España en busca de su amante, Erika Walter, la viuda de un agente secreto alemán, envuelta en el robo de unos documentos secretos. Allí tendrá que enfrentarse a la policía del régimen, a los nazis, a la CIA y a sus camaradas del partido comunista, convencidos de que es un traidor. Pero él está dispuesto a encontrar a Erika: hace mucho que decidió que era la mujer cuyo nombre quería pronunciar el resto de su vida.

Ningún hombre puede engañarse a sí mismo cuando está solo y pronuncia el nombre de la mujer que ama.

Una novela que he disfrutado bastante. Son muchos los aspectos a destacar en ella: su cuidada ambientación, sus personajes, una acción que discurre con muy buen ritmo, aunque sí es cierto que en determinados momentos cae un poquito, pero para volver a remontar pronto. Y un buen final, que invita a querer saber más de todos los personajes, conocer más de lo que el futuro les depara a cada uno de ellos. Porque aún viven en tiempos difíciles...

El principio de la novela nos lleva a pensar que la novela va a centrarse en la pareja protagonista, Erika y Gerardo. Gerardo se enfrenta a todos los peligros por encontrar a Erika, la mujer a la que siempre ha amado. Al mismo tiempo que va desarrollando esta historia, el autor, a través de flashbacks, nos cuenta la historia de amor que vivieron ellos dos durante la segunda guerra mundial, en Berlín. En ese momento, Gerardo era quien la salvaba a ella. Y no sólo de la muerte... Pero ahora, se tornan los papeles. Y será Erika quien tenga que cuidar y salvar la vida de Gerardo. Porque el pobre, desde que pisa Madrid, no se libra de nada...

Pero no son ellos los únicos protagonistas de esta novela. Pronto el autor nos presenta una extensa galería de personajes, todos igual de interesantes: el joven periodista deportivo, que aún sigue creyendo en sus ideales; una poderosa e influyente banquera, con un pasado familiar trágico, que condiciona muchas de sus decisiones y unas fuertes creencias religiosas; un espía americano que empieza a estar cansado de su profesión, que empieza  a darse cuenta de que ha perdido los mejores años de su vida... Son muchos los personajes que aparecen a lo largo de esta novela, todos bien desarrollados, aunque en ocasiones, me ha hecho quedarme con ganas de saber más de ellos. Y es que la vida de cada personaje podría dar origen a otra novela. 

He disfrutado mucho con la lograda ambientación que ha logrado plasmar el autor. Paseamos por el Madrid de los años 50, un Madrid que aún tiene muy reciente los años de la guerra. Y que ahora vive bajo el miedo de la dictadura. Se respira el miedo. Miedo a hablar, a expresar tu opinión sin saber quién te está escuchando, miedo a que te traicionen y te delaten...

Me ha gustado mucho la forma de narrar de Andrés Pérez Domínguez. Una prosa sencilla pero cuidada, fluida, poderosa, que te invita a leer página tras página y hace que leas este tocho en el mismo tiempo que un libro de relatos. Y no es fácil hacer esto. 

Como tampoco es fácil dar con un buen final y el autor también lo logra. Un final que no deja ni vencedores ni vencidos. Sólo personajes que continúan viviendo, como pueden, que continúan amarrándose a la vida, que continúan buscando razones para vivir...