Y llegamos al final de la historia del cautivo. Ya conocemos todas las aventuras y vicisitudes que han tenido que pasar hasta llegar a la posada. Tengo que admitir que me ha costado un poco leer estos capítulos, en los que Cervantes cambia completamente de tono y relata este episodio con seriedad. Su principal objetivo es hacer completamente verosímil esta historia. Una historia que puede tener algún toque autobiográfico, al conocer bien él la vida de soldado. Al conocer bien la vida de un soldado preso. No hay momento para el humor, para la comedia, para las situaciones absurdas que nos regala don Quijote. Éste sigue ausente. Aunque ya nos lo volveremos a encontrar en el próximo capítulo. ¡Por fin!
A mi también se me ha hecho un poco pesada esta historia.
ResponderEliminarBesos
Yo al final lo he dejado.
ResponderEliminarPesadísimo este capítulo...
ResponderEliminarVaya. Veo que esta vez no lo habéis pasado tan bien. A ver la próxima semana qué tal. Besos.
ResponderEliminarEspero que los demás sean más amenos, un besote!!!
ResponderEliminarSí, lo recuerdo como un alter ego y la narración es más introspectiva pero me encantó. Un beso :)
ResponderEliminarYo me leí esta historia de un tirón, así que ya estamos empatadas! 1beso!
ResponderEliminarYo ya no sé ni leer el número de capítulo. Qué inculta soy, madre del amor hermoso... ¿41?
ResponderEliminarAl final ya sabes que me perdí con el libro, así que no estoy siguiendo la lectura, pero bueno, veo que tú sí la estás disfrutando y eso me alegra :D
¡Besos!
Ánimo jeje seguro que enseguida cambia, y espero que lo disfrutes chao
ResponderEliminarTiene mérito tu andanza con el hidalgo ;o)
ResponderEliminarBesotes quijotescos.