Las mejores historias son las que comienzan cuando cae el telón.
Tras el éxito internacional deLa librería del señor Livingstone, vuelve Mónica Gutiérrez con una novela repleta de magia y amor por la literatura.
Max Borges es un director de teatro barcelonés que conduce una pequeña y excéntrica compañía. El día del estreno de Macbeth, la obra de Shakespeare, Max está al borde del colapso. Todo parece que va a salir mal en la función que debería ser su salto a la fama más sublime: las brujas son demasiado bellas, al rey Duncan se le ha roto la corona y su Macbeth huele sospechosamente a whisky escocés#
Sin embargo, como suele recordarle su inteligente asistente de dirección, Elsa Soler, el espectáculo siempre debe continuar. Sorprendentemente, el duende del teatro parece haberles rociado con su suerte y la función es un éxito absoluto, tanto que son invitados a representar la obra en el Festival Fringe de Edimburgo, el más importante del mundo. La divertida compañía pone rumbo a una aventura en una ciudad llena de magia. Será allí donde, al caer el telón, el amor y la amistad se conviertan en los verdaderos protagonistas de esta historia.
En esta novela encontramos todos los rasgos que caracterizan a las historias de Mónica Gutiérrez: calidez, dulzura, amabilidad... Te produce una sensación tan reconfortante leer una novela de esta autora... Su narración es sencilla, fluida y sus diálogos están muy cuidados y en ellos encontramos, en muchas ocasiones, un toque de humor que nos arranca más de una sonrisa. La ambientación está muy lograda, consiguiendo la autora que vivamos desde dentro todos los entresijos de un estreno teatral.
Lo que sí es verdad es que en esta ocasión no he logrado conectar con los personajes tanto como en anteriores novelas. Me han gustado, sobre todo Elsa, que es el personaje con el que más he empatizado, pero no he logrado sentirlos tan cercanos como en otras obras. Y aún así, es una novela que se lee muy a gusto, muy rápido y que te hace sentir muy bien durante su lectura.
La habitación de NonaCristina Fernández Cubas
Tusquets, 2024
Una niña siente una envidia creciente hacia su hermana Nona, a quien siempre le pasan cosas extraordinarias de las que nadie es testigo. Una mujer al borde del desahucio confía en la ayuda de una benévola y misteriosa anciana. Un grupo de estudiantes comenta un cuadro y, de repente, un extraño elemento de la pintura quiebra la serenidad del momento. Una mujer se aloja en un hotel madrileño y, al salir a la calle, experimenta un salto en el tiempo? Cristina Fernández Cubas vuelve a la infancia y a la madurez, posa su mirada en la soledad y en la familia, indaga en la vida aparentemente anodina que llevamos, y nos descubre que lo enigmático, lo asombroso, pasa inadvertido hasta que tenemos el arrojo de pararnos a observar con detenimiento.
Este libro fue la última propuesta de Anabel Samani para sus #lecturasjuntoalfuego y fue todo un acierto. He descubierto a una autora que me ha gustado mucho. Son seis cuentos los que componen este libro y en ellos encontramos seis historias aparentemente sencillas, cotidianas, pero que a medida que van avanzando, se van enredando creando un ambiente cada vez más inquietante. Y sus finales suelen ser bastante desconcertantes e impactantes. El estilo de la autora es sencillo y cuidado a su vez. Y tiene algo que hace que no puedas dejar de leer. Atrapa muchísimo con sus historias. Te pueden convencer unas más, otras menos, pero no puedes dejar de leer. En definitiva, una autora muy recomendable a la que voy a seguir leyendo (si los pendientes me dejan, que una cosa es lo que una quiere y lo que luego puede...).
Harry Potter y la piedra filosofalJ.K. Rowling
Traducido por Alicia Dellepiane Rawson
Salamandra, 1999
"Con las manos temblorosas, Harry le dio la vuelta al sobre y vio un sello de lacre púrpura con un escudo de armas: un león, un águila, un tejón y una serpiente, que rodeaban una gran letra H."
Harry Potter nunca ha oído hablar de Hogwarts hasta que empiezan a caer cartas en el felpudo del número 4 de Privet Drive. Llevan la dirección escrita con tinta verde en un sobre de pergamino amarillento con un sello de lacre púrpura, y sus horripilantes tíos se apresuran a confiscarlas. Más tarde, el día que Harry cumple once años, Rubeus Hagrid, un hombre gigantesco cuyos ojos brillan como escarabajos negros, irrumpe con una noticia extraordinaria: Harry Potter es un mago, y le han concedido una plaza en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. ¡Está a punto de comenzar una aventura increíble!
Sí, Harry Potter. Llevaba ya tiempo queriendo releer estos libros y, por fin, las navidades pasadas me animé, Y he vuelto a disfrutar mucho con esta historia. Ahora, con más literatura fantástica leída que la primera vez, lo que he apreciado más es todas las influencias que recogió la autora para escribir esta novela. Que no le quito mérito. Que hay que tener arte para coger un poquito de aquí y otro de allí, y crear una buena historia. Y , en mi modesta opinión, creo que lo consigue.
A pesar de conocer la historia, no sólo por haberla leído sino también por las tropecientas veces que he podido ver la película, la he vuelto a disfrutar. Me ha gustado reencontrarme con sus personajes, ver cómo empezó todo, ser testigo otra vez de cómo se inicio esa amistad entre Harry, Ron y Hermione. Y, conociendo el final, me ha gustado ver desde otra perspectiva a cierto personaje que no voy a nombrar (por si alguien no ha leído el libro o visto la película), pero que quien haya leído el libro seguro que va a saber.
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