Alex de Pierre Lemaitre

Alex

Pierre Lemaitre

Trad: Artur Jorda

DeBolsillo, 2016

Han pasado varios años desde el caso del asesino en serie que trastocó para siempre su vida, y el comandante Camille Verhoeven aún no se ha repuesta del todo cuando un nuevo desafío vuelve a implicarlo personal y profesionalmente: Alex, una mujer de treinta años, ha desaparecido. No es una mujer cualquiera, y Verhoeven, sin sospechosos ni pistas, debe adentrarse en la investigación de su personalidad para poder encontrarla, mientras ella agoniza en un almacén abandonado. Cada minuto que pasa puede ser el último. Y él no se lo perdonaría nunca.

Con este autor creo que estoy siendo muy exigente. Veo tantas alabanzas, tantos elogios, que espero mucho de sus novelas. Y las disfruto. Pero no tanto como espero. Siempre me quedo con la sensación de que algo me falta. Me pasó con Irène y me vuelve a pasar con Alex. Con ambas novelas empiezo muy bien, con un inicio que me atrapa totalmente y con unos cuantos giros que me dejan con la boca abierta. Pero luego, llegado cierto momento, desconecto, no sé por qué. Pero luego va llegando el final y vuelvo a conectar y es un no parar. Porque si algo tengo que reconocerle al autor es que sabe rematar perfectamente sus novelas. 

Alex es la protagonista indiscutible. Al empezar la novela, ella es la víctima. Ha sido secuestrada. Y no sabemos los motivos. Y quien le ha secuestrado no tiene intención precisamente de pedir rescate. Quiere verla morir. Pero lo peor es que quiere verla sufrir... Y Lemaitre no se anda con rodeos. Hay escenas visualmente muy duras, que te van a poner la piel de gallina, que te van a hacer apartar la mirada. La novela da un giro brutal cuando Alex logra escapar y empezamos a saber de su vida.  Y así llegaremos al final, con todas las piezas del puzzle en nuestras manos que iremos encajando. Y así averiguaremos quién es la verdadera víctima y quién el verdugo.

También Camille reclama su protagonismo. Aunque este libro se puede leer de forma independiente, aconsejo empezar por el anterior, ya que hay cierto detalle importante sobre Camille que es mejor no saber si quieres leer Irène. Algo que sucedió y que aún le está afectando, que aún no ha superado. Por eso le cuesta tanto llevar este caso.

Los capítulos son muy cortos y siempre está sucediendo algo, lo que hace que avances con rapidez. Aunque llega un momento, como he dicho antes, que me costó un poquito más, porque se me hizo algo repetitivo. Pero este bache lo superé pronto.

En definitiva, pese a esa ligera desconexión que he tenido, una buena y entretenida novela dentro del género negro.