Realmente ha sido un muy buen año en lo que a lecturas se refiere. Sí he leído menos que otros años pero en lo que a calidad se refiere, ésta no ha bajado.
Un año en el que he leído muy buenas novelas negras entre las que destaco Dies Irae de Pérez Gellida, La ventana alta de Raymond Chandler, La sangre de los crucificados de Félix G. Modroño (aunque ésta también podría incluirla en el género histórico), La verdad sobre el caso Savolta de Eduardo Mendoza (una novela que me resulta difícil encuadrar en un sólo género) y La tristeza del samurái de Víctor del Árbol.
También he disfrutado mucho con la novela histórica. Y he viajado a distintos sitios y a distintos momentos gracias a Assur de Francisco Narla, El almirante Mediohombre de Fernando de Artacho, Las legiones malditas de Santiago Posteguillo y La pintora de estrellas de Amelia Noguera.
En el thriller destaco libros como El caso Galenus de Alberto Curiel, que me sorprendió muy gratamente y La caricia de Tánatos de María José Moreno.
Y tengo que destacar también la novela ¿A qué llamas tú amor? de Pilar Múñoz, donde la autora me demuestra que también en el género erótico podemos encontrar una buena historia.
He disfrutado de clásicos, que se disfrutan aún más si vienen de manos de una editorial que trata con tanto mimo sus libros como es la editorial D'Época: El misterio del carruaje de Fergus Hume. Y gracias a Carmen me reencontré con Austen leyendo Emma. Y por supuesto, he disfrutado de nuevo mucho con el Quijote este año. Tanto que voy a reencontrarme con Cervantes en este 2016 que está a puntito de entrar.
Y los relatos también han ocupado su sitio en este año lector. Me gustan estas historias cortas. Me asombra la habilidad que muestra un autor para contar tanto en tan pocas palabras. He disfrutado mucho con Un destripador de año y otros cuentos de Emilia Pardo Bazán, The happy prince and other tales de Oscar Wilde y El dedo índice de mi mano izquierda de Luis Miguel Morales.
En lo que a terror se refiere, este año no he estado valiente y sólo me he atrevido con una novela. Pero vaya novela... It de Stephen King me lo ha hecho pasar de miedo, nunca mejor dicho.
Y dejo el último lugar para aquellas novelas que sé que no voy a olvidar, que disfrutaría leyendo otra vez, que me han marcado. Una de ellas es El maestro de almas de Irène Némirovsky, una autora que me tiene totalmente cautivada.
Hay dos personajes a los que tenido el gusto de conocer este año. Y a los que me gustaría volver a encontrarme: Mendel el de los libros de Stefan Zweig y Stoner de John Williams. Dos novelas magníficas, insuperables, increíbles...
Si hay un libro que me ha sorprendido, que me ha conmovido, que me ha dolido como ningún otro lo había hecho en mucho tiempo ese es Mortal y rosa de Francisco Umbral.
Y hasta aquí mi año literario. Ya solo me queda desearos un muy feliz 2016!!!