Lo que arrastra la lluviaMen Marías
Ediciones B, 2023
Una novela inquietante y sobrecogedora sobre los límites entre el bien y el mal y la locura
Granada, 2007.
Un padre y una hija mueren a la vez. Pocos meses después, Marina, madre
y esposa de los fallecidos, aparece en un parque. Ha dejado de ser la
mujer que era, profesora de latín y aficionada a la moda, para
convertirse en una mendiga que vaga por las calles de la ciudad.
Carmen
y su familia viven en el mejor ático de la plaza Bib-Rambla y disfrutan
de una vida cómoda y sin preocupaciones. O al menos así era hasta que
Marina aparece en su camino y acepta la generosidad de Carmen, que se
ofrece a ayudarla.
Cuando las vidas de las dos
mujeres se cruzan, ambas toman un nuevo rumbo que las conduce hasta las
profundidades del alma humana. Y es que, a veces, el agradecimiento
puede convertirse en envidia y desconfianza...
Una
descarnada novela negra que nos invita a reflexionar sobre los límites
del dolor y las fronteras entre la locura y el silencio, pero también
sobre la grandeza de la misericordia, la compasión y el amor por el ser
humano.
Hacer esta reseña me va a costar,
porque es difícil hablar de este libro sin desvelar más de la cuenta. Sobre
todo cuando lo has disfrutado mucho. Y sobre todo, cuando te das cuenta, a
medida que pasan los días, que te ha dejado más poso del que esperabas en un
primer momento. Es un libro con mucha carga crítica hacia esta sociedad en la
que nos ha tocado vivir, una sociedad consumista, materialista, superficial,
que rechaza al pobre sin pensar que, en
cualquier momento la vida puede darte un golpe y encontrarte en su misma
situación.
¿Cuál es el gran acierto de esta
novela? Sus personajes, que tienen una fuerza tremenda. Marina y Carmen son las
absolutas protagonistas. Son dos personajes muy diferentes, cuyas vidas se van
a cruzar. Marina es una mujer que lo tuvo todo. Un marido, una hija, un trabajo…
Una vida estable que se vio truncada a raíz de un accidente en el que murieron
tanto su marido como su hija. Pero no es pena lo que realmente siente Marina
por la pérdida de ambos. Y tendremos que leer la historia para saber por qué.
Pero a raíz de ese momento, su vida cambiará tanto que de tenerlo todo, se verá
viviendo en la calle, con todos los peligros que esto implica. Y con el orgullo
herido. Y con esa terrible necesidad que nos hace hacer cualquier cosa por
sobrevivir. Y pese a todo esto, nos cuesta empatizar con este personaje. Por
culpa de sus celos, de su envidia, de su egoísmo, de su continua ira contra el
mundo.
Carmen es todo lo contrario a
Marina. Es una mujer feliz, consciente de lo afortunada que es, por tener una familia,
por tener un trabajo, por tener los suficientes recursos para vivir bastante
bien. Y esto le lleva a querer ayudar a todo el mundo que no ha tenido la misma
suerte que ella. Y esto es lo que hace que intente ayudar a Marina cuando se la
encuentre, llevándosela incluso a su propia casa. Es un personaje que llega en
algunos momentos a chirriar. Y es que no estamos acostumbrados a tanta bondad,
a tanta perfección. Y estamos esperando que, en cualquier momento, revele su
verdadera cara, porque no llegamos a creer que un personaje tan bueno pueda
existir.
Y hay más personajes, que están
también muy bien retratados y que tienen importancia para el desarrollo de la
trama. Personajes que vamos conociendo poco a poco, con sus propias historias
personales. Algunas de ellas nos van a ayudar a conocer mejor a Marina y saber
qué ocurrió realmente en su pasado. Historias que la autora va desvelando poco
a poco a la par que va avanzando la historia de Carmen y Marina hasta llegar a
un final sorprendente.
En definitiva, una muy buena
novela, en la que la autora, con un ritmo lento pero sin pausa, ha logrado construir
una historia que va atrapándote poco a poco, gracias a sus personajes y a la
tensión que va aumentando página tras página. Muy recomendable.