Detrás del cristal de Mayte Esteban

 Detrás del cristal
Mayte Esteban
Ediciones B, 2014
En Amazon

Andrés Gálvez, un joven ejecutivo, lleva meses preparando unas vacaciones en el Caribe con su novia para escapar de los compromisos de las fiestas navideñas. sin sospechar que su vida está a punto de trastocarse por completo.

La situación económica de Ana Iriarte es desesperada. Ha buscado con quién dejar a su bebé esa noche para acudir a un trabajo eventual, pero ni su única amiga, Raquel, puede ofrecerle ayuda, pues también tiene un grave problema: pasa por un mal momento con su marido como consecuencia de los emails que está recibiendo de un desconocido.

La desesperación empuja a Ana a cometer una locura que puede costarle muy cara.

Enganchada, completamente enganchada he estado a esta historia, que no es solo una historia de amor. Mayte Esteban nos habla de situaciones cotidianas, situaciones que podemos percibir a nuestro alrededor a diario. Plasma fielmente la desesperación a la que puede llegar una persona cuando se encuentra con que todos los caminos posibles se van agotando. Cuando se vive con la amenaza de verse en la calle al siguiente día.... La necesidad imperiosa de un trabajo para retrasar ese día hace a Ana cometer una locura: dejar a su bebé a la puerta de un desconocido, con la esperanza de que lo cuide hasta que ella vuelva, confiando en la buena voluntad de la gente. Porque es lo único que le queda.  Es la única alternativa que tiene para lograr ese trabajo que le permita pagar a un casero que está siempre atosigándola.  Sí, es una situación que cuesta trabajo creer, pero... ¿a dónde llegaríamos en una situación tan desesperada?  Y en más de una ocasión, si una se sienta a ver las noticias, hay algunas que también nos cuesta trabajo creer. Y suceden...

Y si la situación de Ana no es buena, la de Andrés, ese desconocido que se encuentra con el bebé en la puerta de su casa, tampoco es mucho mejor. Abandonado por la mujer a la que quería convertir en su esposa, ese bebé, ese intruso que acaba de colarse en su vida, se convierte, sin querer, en la mejor terapia para recuperarse. Y para darse cuenta de que en su vida faltaba algo a pesar de creer tenerlo todo. Porque su relación ya fallaba desde hace tiempo. Porque el amor es cosa de dos y en su  relación, el amor solo lo entregaba uno, él. Y lo entregaba sacrificando a su familia, a sus amigos... Alejándose de todos. Quizás esta es la parte que más he disfrutado de la novela. Las escenas de Andrés con Pablo, el bebé, están llenas de ternuras, de emociones. Imposible leer estas páginas y no tener la sonrisa en la cara ante los incontables apuros de Andrés con el bebé. Y ver como, poco a poco, Pablo se va ganando un huequito en el corazón de Andrés.

También hay sitio para la violencia de género en esta historia. La parte más trágica, más cruel de esta novela. Le toca vivirla a Raquel, la amiga de Ana. Pero se niega a pedir ayuda, a contar la verdad. Enamorada, aún justifica a su marido. Aún cree en su amor. Y sus amigos, cada uno con sus preocupaciones, no son capaces de ver las dimensiones reales de su problema hasta que la situación se desborda. Y es que siempre cuesta creer que alguien pueda llegar a usar la violencia de ese modo, sobre todo cuando es alguien que conocemos desde niño. Siempre creemos que la cosa no va a llegar más lejos hasta que llega. Y a veces es demasiado tarde. 

Detrás del cristal es una historia que te va a gustar, que vas a devorar en pocos días, con la que vas a reír y llorar. Previsible, sí, pero vas a disfrutarla de todos modos, porque la autora tiene la virtud de saber emocionar con sus palabras, de llegarte siempre al corazón con sus historias, con su modo de contarlas. Y sabe crear personajes a los que vas a echar de menos cuando llegues a la última página.