Sigue don Quijote defendiendo su postura. Sigue defendiendo los libros de caballería. No pueden ser mentira, no pueden ser engaños... Y él seguirá luchando como caballero que és. Y querrá darle a Sancho lo prometido. Un Sancho ya quijotizado, un Sancho que cree en lo que dice don Quijote, quizás por pura codicia. Que desea mucho su propio condado...
Y vuestra merced créame, y, como otra vez le he dicho, lea estos libros, y verá cómo le destierran la melancolía que tuviere, y le mejoran la condición, si acaso la tiene mala. De mí sé decir que, después que soy caballero andante, soy valiente, comedido, liberal, bien criado, generoso, cortés, atrevido, blando, paciente, sufridor de trabajos, de prisiones, de encantos; y, aunque ha tan poco que me vi encerrado en una jaula, como loco, pienso, por el valor de mi brazo, favoreciéndome el cielo y no me siendo contraria la fortuna, en pocos días verme rey de algún reino, adonde pueda mostrar el agradecimiento y liberalidad que mi pecho encierra. Que, mía fe, señor, el pobre está inhabilitado de poder mostrar la virtud de liberalidad con ninguno, aunque en sumo grado la posea; y el agradecimiento que sólo consiste en el deseo es cosa muerta, como es muerta la fe sin obras. Por esto querría que la fortuna me ofreciese presto alguna ocasión donde me hiciese emperador, por mostrar mi pecho haciendo bien a mis amigos, especialmente a este pobre de Sancho Panza, mi escudero, que es el mejor hombre del mundo, y querría darle un condado que le tengo muchos días ha prometido, sino que temo que no ha de tener habilidad para gobernar su estado.
Casi estas últimas palabras oyó Sancho a su amo, a quien dijo:
-Trabaje vuestra merced, señor don Quijote, en darme ese condado, tan prometido de vuestra merced como de mí esperado, que yo le prometo que no me falte a mí habilidad para gobernarle; y, cuando me faltare, yo he oído decir que hay hombres en el mundo que toman en arrendamiento los estados de los señores, y les dan un tanto cada año, y ellos se tienen cuidado del gobierno, y el señor se está a pierna tendida, gozando de la renta que le dan, sin curarse de otra cosa;
y así haré yo, y no repararé en tanto más cuanto, sino que luego me desistiré de todo, y me gozaré mi renta como un duque, y allá se lo hayan.
Me quedo con que un buen libro destierra la melancolia que tuviere... que buena frase.. Muchas felicidades en estas fiestas¡¡¡ un besazo¡¡¡¡
ResponderEliminarya te quedará muy poquito!!!ánimooo
ResponderEliminarYa os debe de quedar muy poco, ¿no?. Felices fiestas. besos.
ResponderEliminarEstás en la recta final. Disfruta de lo que te queda.
ResponderEliminarBesos :*
Estamos en la recta final de la primera parte, dos capítulos más y listo.
ResponderEliminarBesos.
Cómo puede ser que el clásico de la literatura española por excelencia esté pendiente de leer por mi parte!! Una pena... algún día me pondré a ello. Entradas como esta hace que me entren ganas de ponerme ya! Un besito
ResponderEliminarYo lo leí en el instituto para hacer un trabajo y se me hizo un poco pesado, te doy muchos ánimos :)
ResponderEliminarY yo deseo para ti y tu familia todo lo mejor, todos los minutos del año. Un beso fuertote desde Vallekas.
ResponderEliminarEl que busque libros en los libros, literatura en la literatura, que se lea y relea este párrafo ¿no? Besos, Margari :)
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