Leemos el Quijote... Capítulos XLVII

Sigue nuestro caballero enjaulado y en carreta. No es algo frecuente en las novelas de caballería y así lo recuerda don Quijote en su conversación con Sancho. Pero sí que hay una novela anterior en la que el caballero no está enjaulado, pero sí en carreta: Lancelot, en El caballero de la carreta de Chretien de Troyes. ¿Lo sabría Cervantes y por eso usó este recurso? ¿O no lo sabría y todo es producto del azar?

Genial me parece que de nuevo se haga un poquito de publicidad Cervantes a sí mismo con la aparición de una de sus novelas ejemplares, Rinconete y Cortadillo. Que si no lo hace él, ¿quién lo va a hacer?

Y termina con un buen discurso sobre el verdadero fin de la literatura, si es enseñar o deleitar. Aún hoy, todavía seguimos haciéndonos esta pregunta...

-Y, siendo esto hecho con apacibilidad de estilo y con ingeniosa invención, que tire lo más que fuere posible a la verdad, sin duda compondrá una tela de varios y hermosos lazos tejida, que, después de acabada, tal perfeción y hermosura muestre, que consiga el fin mejor que se pretende en los escritos, que es enseñar y deleitar juntamente, como ya tengo dicho. Porque la escritura desatada destos libros da lugar a que el autor pueda mostrarse épico, lírico, trágico, cómico, con todas aquellas partes que encierran en sí las dulcísimas y agradables ciencias de la poesía y de la oratoria; que la épica también puede escrebirse en prosa como en verso.