Cristian Perfumo
Suma, 2021
Puerto Deseado, Patagonia Argentina, 1991. Raúl Ibáñez necesita dos trabajos para llegar a fin de mes. Cuando apaga el despertador para ir al primero de ellos, sabe que algo va mal. Su pequeño pueblo ha amanecido cubierto por la ceniza de un volcán y Graciela, su mujer, no está en casa.
Todo parece indicar que Graciela se ha ido por voluntad propia... hasta que recibe la llamada de los secuestradores. Las instrucciones son claras: si quiere volver a verla, tiene que devolver el millón y medio de dólares que robó.
El problema es que Raúl no robó nada.
Un thriller psicológico rápido y desconcertante. Una nueva voz talentosa y distinta que llega de la autopublicación.
No es la primera novela que leo de Cristian Perfumo y, hasta ahora, he disfrutado mucho con todas sus historias. Y esta novela no ha sido la excepción. Me ha parecido una historia perfecta, para mí, la mejor del autor hasta el momento. Y es que es una historia que engancha desde el principio, con un comienzo en el que no se anda con rodeos y donde nos mete de lleno en la trama.
Una historia llena de violencia, llena de corrupción… Una historia gris, no sólo por culpa del polvo provocado por la erupción del volcán Hudson en Chile, que llega hasta Puerto Deseado, una ciudad argentina, sino por la situación que le toca vivir al protagonista, una persona normal, con una vida normal, a la que lo peor que le pudo pasar fue intentar ayudar a la víctima de un accidente de coche. No sabía que esa decisión iba a cambiarle totalmente la vida. Y es que cometió el error de llevarse la bolsa de dinero que se encontró en el coche accidentado. Con mucho dinero, demasiado dinero... Y luego decidió entregarlo a la policía, porque no iba a poder vivir con ese remordimiento en su cabeza. Así que cuando su mujer fue secuestrada y le pidieron ese dinero, él no tenía nada. Pero no le creían. Los secuestradores pensaban que él se había quedado con la mitad del dinero. Pero él lo había entregado todo. ¿Dónde estaba esa mitad?
Y esta es la historia del pasado. En el presente tenemos al protagonista, que tiene que tomar una difícil decisión, sobre todo por su hijo Dani, quien vive angustiado por su madre, quien le amenaza con suicidarse cada vez que no la trata como cree ella merecerse. ¿Qué le ocurrió durante ese secuestro que la marcó tan profundamente?
El autor va avanzando poco a poco en estas dos líneas temporales y nos va dando, poco a poco, las respuestas a todos los interrogantes que se plantean, hasta llevarnos a un final magnífico, en el que todas las piezas encajan a la perfección sin que sobre ni falte nada. Y el ritmo con el que consigue atraparte desde la primera página no decae en ningún momento. Al contrario, cada vez va a más y llegamos a un final que es absolutamente de vértigo.
Son pocos los personajes que aparecen en esta novela y todos están perfectamente definidos y resultan muy creíbles, muy cercanos. No nos cuesta nada empatizar con los protagonistas y sufrir con ellos. Y no podemos evitar preguntarnos qué haríamos si estuviéramos en la situación del protagonista. Si estamos de acuerdo con lo qué va a hacer… Y es que lo vuelvo a decir, el final es muy bueno.
En definitiva, una novela que todo amante del género va a disfrutar y mucho. Es una novela que empieza fuerte y ya es un no parar. Imposible soltar el libro una vez que empiezas.
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