A veces, otros personajes imitarán ese mismo lenguaje arcaico con el único objetivo de burlarse del pobre don Quijote, en este caso el ventero y las mozas de la venta.
Don Quijote le preguntó cómo se llamaba, porque él supiese de allí adelante a quién quedaba obligado por la merced recebida, porque pensaba darle alguna parte de la honra que alcanzase por el valor de su brazo. Ella respondió con mucha humildad que se llamaba la Tolosa, y que era hija de un remendón natural de Toledo, que vivía a las tendillas de Sancho Bienaya, y que dondequiera que ella estuviese le serviría y le tendría por señor. Don Quijote le replicó que, por su amor, le hiciese merced que de allí adelante se pusiese don y se llamase «doña Tolosa». Ella se lo prometió, y la otra le calzó la espuela, con la cual le pasó casi el mismo coloquio que con la de la espada. Preguntóle su nombre, y dijo que se llamaba la Molinera y que era hija de un honrado molinero de Antequera; a la cual también rogó don Quijote que se pusiese don y se llamase «doña Molinera», ofreciéndole nuevos servicios y mercedes.
Cervantes hace por fin que su personaje sea nombrado caballero. Y para ello imita la investidura de las novelas de caballerías, sobre todo, del Amadís, parodiándola. Don Quijote no recibe la orden de caballería en un castillo, sino en una venta; no vela sus armas en la capilla del alcázar, sino en un corral, y con poca tranquilidad durante la noche que tiene que pasar en vela; tampoco podemos olvidar que no es ya ningún apuesto ni fuerte joven... Es un hombre bastante delgado y cercano a los cincuenta años, que en esa época, eran años...
Además, ignora el pobre hidalgo, pero no Cervantes, que con este simulacro de ser ordenado caballero, se incapacitaba jurídicamene para la orden auténtica, que las Partidas de Alfonso X legislaban que "quien por escarnio fuese ordenado caballero perdiera todo ulterior derecho". Además, la pobreza y la locura de don Quijote le imposibilitaban también su gran deseo de ser ordenado caballero.
Advertido y medroso desto el castellano, trujo luego un libro donde asentaba la paja y cebada que daba a los arrieros, y con un cabo de vela que le traía un muchacho, y con las dos ya dichas doncellas, se vino adonde don Quijote estaba, al cual mandó hincar de rodillas; y, leyendo en su manual, como que decía alguna devota oración, en mitad de la leyenda alzó la mano y diole sobre el cuello un buen golpe, y tras él, con su mesma espada, un gentil espaldarazo, siempre murmurando entre dientes, como que rezaba. Hecho esto, mandó a una de aquellas damas que le ciñese la espada, la cual lo hizo con mucha desenvoltura y discreción, porque no fue menester poca para no reventar de risa a cada punto de las ceremonias; pero las proezas que ya habían visto del novel caballero les tenía la risa a raya. Al ceñirle la espada dijo la buena señora:
—Dios haga a vuestra merced muy venturoso caballero y le dé ventura en lides.
Me está encantando poder disfrutar de vuestra conjunta recordando mi lectura
ResponderEliminarBesos
No me apunté a la lectura conjunta porque leí el libro hace años aunque me traéis recuerdos con vuestras reseñas.
ResponderEliminarBesos!
Me ha faltado leer el tercer capítulo, lo que remediaré antes de que termine la semana, pero sí puedo decir que estoy disfrutando mucho de esta lectura, más de lo que imaginé.
ResponderEliminarBesos.
¡Me encanta este libro! Solamente lo he leído una vez pero no me importaría volver a leerlo. Un besote :)
ResponderEliminarVeo que es una lectura y un análisis en profundidad sobre la obra. Un gran trabajo.
ResponderEliminarUn beso.
Me esta gustando mucho seguir este reto por los distintos blogs. Hace mucho tiempo que leí la novela, y me parece que un día de estos me pongo a buscar un ejemplar que tengo guardado, no se por donde, para leerlo otra vez.
ResponderEliminarBesos
Me gusta leeros, parece que en general la estáis disfrutando mucho.
ResponderEliminarUn beso!
A mi me dio mucha pena esta capítulo. El Quijote ridiculizado y el tan contento después de ser nombrado Caballero.
ResponderEliminarUn saludo.
Vamos avanzando en la lectura.
ResponderEliminarEstoy deseando entrar en materia y empezar a correr aventuras con nuestro hidalgo caballero. Besos.
ResponderEliminarNo he leído El Quijote, pero por vuestros comentarios veo que voy a tener que hacerlo.
ResponderEliminarUn beso.
Está resultando muy enriquecedor leer EL Quijote poco a poco e ir viendo las impresiones de todos! 1beso!
ResponderEliminarUna semana más, me gusta rememorar esta obra a través de vuestras impresiones.
ResponderEliminarBesos:)
Estoy disfrutando bastante con vuestra lectura del Quijote, son muy entretenidas vuestras entradas. A ver con qué nos sorprende la próxima vez nuestro hidalgo caballero.
ResponderEliminarUn saludo.
Hay que ver como os cunden los capítulos, jajaja No quiero pensar cuando hagais la reseña del libro entero :)
ResponderEliminarBs.
Y se armó!!! Caballero... me gusta seguiros el paso.
ResponderEliminarOye!! mis ojos y tu columna me dicen que nadas con ¡La impaciencia del corazón! OOOOOh! cómo me gustó ese libro!!!! Espero la reseña!!!!
Besos
Leí el Quijote en tercero de Bup. En aquel momento no fue una lectura que me apasionara, aunque con el tiempo reconoces el valor de las reflexiones y lo grande que es esta novela.
ResponderEliminarBesos.
Parece que has disfrutado mucho con la lectura, estuve a punto de participar, pero me eche atrás!!
ResponderEliminarBesos!!
Agradezco mucho este refrescar de mi memoria :-) Un beso!
ResponderEliminarYo quería apuntarme a la lectura pero no idea de dónde tenía el libro y, casualidad, que el otro día mi madre lo encontró :D
ResponderEliminar¡Besos!
Un capítulo muy divertido
ResponderEliminarBesos
Este capítulo ha sido muy divertido, estoy pendiente de leer el próximo. Besos
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