El poetaMichael Connelly
Traducción por Darío Giménez
Roca, 2011
Jack McEvoy es un periodista especializado en crímenes. Su hermano, policía de homicidos, aparentemente se ha suicidado.
Cuando
se decide a escribir sobre el asunto, descubre el rastro de El Poeta,
un asesino en serie que ha dejado junto a sus ocho víctimas, todas ellas
policías, falsas notas de suicidio con versos de Edgar Allan Poe.
Su
descubrimiento hace que intervenga el FBI. Una de las agentes, Rachel
Walling, personaje habitual en las novelas de Michael Connelly,
desempeña un papel fundamental en la investigación, aunque finalmente el
asesino consiga escapar.
En Cauces de maldad continuará la persecución de El Poeta. En esta ocasión, junto a Rachel Walling encontraremos a Harry Bosch.
Segunda novela de Michael Connelly que leo este año pero sigo sin acercarme a su personaje más famoso. Le llegará su turno casi seguro, porque este autor me está gustando mucho. El poeta es una novela adictiva de principio a fin, con giros continuos que te van sorprendiendo a medida que avanzas en la lectura, sobre todo, porque cuando crees saber por dónde van a ir los tiros y estás preparada para el giro, el autor te sorprende por otro camino totalmente diferente.
No falta cierta crítica a ese periodismo que a veces entorpece una labor de investigación y al mal compañerismo que existe en esa profesión. Igualmente, también plasma cierta admiración hacia esos auténticos periodistas, que no se amilanan ante nada por dar con una buena noticia. Como es el caso en esta novela, donde no hubiera habido investigación policial si no fuera por la tenacidad de su protagonista.
En definitiva, una muy buena novela policíaca, con todos los ingredientes del género, bien empleados y con una historia muy bien hilvanada que te mantiene pegada a sus páginas.
Pd: Casi ni me acordaba de aquella época en la que para conectarte a Internet necesitabas quitar el teléfono... ¡Cómo hemos avanzado en tan pocos años!
Este libro participa en la iniciativa:
Apartado:
En la trama
interviene un periodista.
Vestido de novia
Pierre Lemaitre
Traducción por Mª Teresa Gallego
Debolsillo, 2021
Sophie Duguet no entiende qué le sucede: pierde objetos, olvida
situaciones, es detenida en un supermercado por pequeños robos que no
recuerda haber cometido. Y los cadáveres comienzan a acumularse a su
alrededor...
Y ya no podemos desvelar nada más de estet hriller para así mantener intacto el escalofriante placer de la lectura y la adictiva búsqueda de la verdad por parte del lector.
Lemaitre sabe, desde luego, como engancharte a una historia. Y aunque ésta me ha resultado un poco excesiva y poco creíble, igualmente no podía soltar el libro. Necesitaba saber cómo iba a acabar todo.
La idea de la que parte es bastante buena, pero creo que exagera demasiado las situaciones y, al menos en mi caso, me ha costado creerme todas las situaciones por las que pasa la protagonista. Y me ha costado también creerme lo fácil que resulta todo para el malo de la historia. Y luego el desenlace lo ha resuelto todo demasiado rápido y me ha sorprendido también la facilidad con la que lo logra todo.
En fin, una novela entretenida, que se deja leer bastante bien, pero que sé que, al menos en mi caso, voy a olvidar fácilmente.
Este libro participa en la iniciativa:
Apartado:
Una novela de un
escritor/a francés o que transcurra en Francia
El escondite de Grisha
Ismael Martínez Biurrun
Salto de Página, 2011
Grisha tiene los ojos azules y una vida jaspeada de oscuridad. Dos veces
huérfano con solo diez años, ha aprendido a moverse entre adultos y
niños sin pedir ayuda, sin desvelar sus secretos. Cada tarde, al salir
del colegio, se refugia en la biblioteca municipal, cierra los ojos y
deja que su mano se lance a escribir un torrente de palabras en un
idioma lejano. Parece un diario, pero ¿de quién? ¿Es posible robar la
vida de otra persona? Desde sus dos metros de altura, Olmo contempla el
mundo como un laberinto de signos indescifrables. Ni siquiera está
seguro de cuáles son sus sentimientos hacia la mujer con la que se
encuentra furtivamente todos los sábados. Para escapar de ese vértigo y
de un pasado que no se atreve a recordar, Olmo se vuelca en su trabajo
de bibliotecario, donde las únicas constantes son el orden, el silencio.
Pero no contaba con Grisha. No contaba con verse reflejado en los ojos
de un niño malherido. Con atravesar un infierno ajeno para llegar al
suyo propio. Éste es el relato del insólito encuentro de Grisha y Olmo,
del asesinato que cometieron juntos y del viaje que emprendieron en
busca de respuestas y redención.
Esta novela llevaba ya años en mi estantería esperando y por fin le ha llegado su turno. Y me ha gustado, sobre todo, por el estilo del autor. Muy buenas sus descripciones, que te meten de lleno en la historia, insertando muy bien algunos elementos fantásticos de una forma bastante natural, haciéndolos muy creíbles.
Sus personajes están muy bien desarrollados. Los vamos conociendo a lo largo de la novela, poco a poco, descubriendo su pasado y también su presente. Muchos secretos tienen los dos protagonistas de esta historia, secremos que se irán revelando a medida que avanzamos en la lectura y que nos mantienen enganchados a sus páginas.
El único pero que le puedo poner a esta novela es su final, que me ha sabido a poco. Esperaba más. Esperaba seguir sabiendo más. Pero en líneas generales, me ha gustado mucho esta novela y no me importaría repetir con el autor.
El olor del bosque
Hélène Gestern
Traducción por Laura Salas Rodríguez
Periférica, 2020
La vida de Elizabeth Bathori, historiadora de la fotografía, cambia
abruptamente cuando Alix, de 89 años, le confía las cartas que su tío
escribió desde el frente, durante la I Guerra Mundial, a su amigo el
poeta Anatole Massis. Junto a éstas, su investigación la lleva hasta un
misterioso diario y un álbum con clichés que esconden oscuros secretos.
Sumida aún en un largo duelo, la recreación de estas vidas remotas es
también para ella una oportunidad de volver a visitar las sombras de su
pasado y de conquistar un nuevo acuerdo con la existencia. Una novela
conmovedora, que trata tanto los horrores de la guerra de trincheras
como el periodo de la Ocupación. Y, sobre todo, celebra la fuerza
inesperada del amor y la memoria cuando se trata de iluminar el futuro.
El olor del bosque es una novela absolutamente redonda, que va a estar entre mis mejores lecturas del año. Son tantos los temas que trata y los trata todos de una forma tan brillante, que resulta imposible soltar este libro: el amor, la pérdida, la familia, la guerra...
Y la forma de ir contando la historia, intercalando el presente de Elizabeth con cartas que nos trasladan al pasado, a esos años de la Primera Guerra Mundial, con otros protagonistas, con otras historias, nos atrapa totalmente. Lo cuenta todo de una forma tan natural que no nos cuesta nada trasladarnos de una época a otra y logra algo díficil. Que la historia de ambas épocas nos atrape por igual. Y aunque me guste más la parte que se desarrolla en el pasado, porque esa época es mi debilidad, no me ha costado nada sumergirme en la historia de Elizabeth, un personaje que me ha gustado mucho. Destacar también la elegancia con la que nos va enseñando las miserias de la guerra, sin recrearse en ellas.
La trama puede resultar compleja. No es un libro para estar leyendo con la mente en mil cosas. Hay que estar pendiente de cada detalle, de cada personaje, de cada historia... Pero lo hace tan bien que no nos cuesta nada olvidarnos de todo y meternos de lleno en todas y cada una de sus historias. Es una novela para leerla y disfrutarla lentamente, apreciando cada página, cada escena, cada momento.
Me quedo corta a la hora de hablar de esta magnífica novela. Es de esas veces que te ha gustado tanto que no sabes cómo plasmarlo. Y solo se te ocurre decir una cosa: ¡Por favor, leedla!